Las primeras semanas de Javier Aguirre en el Real Zaragoza han descubierto un entrenador de método constante y fiel, sin rodeos ni ocultaciones en el ensayo del equipo, activo y didáctico en los entrenamientos, con cierta flexibilidad táctica, y con unas premisas tan claras desde el principio que ni siquiera la falta de reacción del equipo le hace variar su claro ideario. Aunque la profundidad de la plantilla tampoco le permite excesiva maniobrabilidad, Aguirre se ha valido de un núcleo fijo de futbolistas y, frente al Real Madrid, no planea incluir más modificaciones en el equipo que las previstas. Es decir, rearmará el Zaragoza con los regresos anunciados de Contini y Ander Herrera, ausentes en Almería por sanción, y de Obradovic y Sinama Pongolle, recuperados plenamente de sendas lesiones musculares y que ayer volvieron a formar parte del programa ordinario de trabajo, junto los demás compañeros.

El resto del equipo, según apuntó la declaración de intenciones de Javier Aguirre durante la sesión preparatoria, lo compondrán, en un principio, sus futbolistas habituales. Pese a las críticas dedicadas a algunos de ellos, como Edmilson, Jarosik, Leo Franco, Diogo o el propio Contini a causa de un flojo nivel, Aguirre los mantendría en la alineación según el simulacro organizado ayer en la Ciudad Deportiva. Tampoco, pese a la dimensión del rival, Aguirre ha diseñado ninguna revisión táctica y bosquejó el esquema con el que ha organizado al Real Zaragoza en los últimos dos partidos, un 4-4-1-1.

Con Jorge López en el grupo, solo la ausencia de Braulio, con amigdalitis (contratiempo que no debe poner en peligro su presencia en la lista contra el Madrid), impidió que el técnico mexicano dispusiera de toda la plantilla activa. Sin los futbolistas del filial, el núcleo duro de la sesión fue un partidillo de diez contra diez en el que Aguirre aprovechó para apuntar un boceto de lo que podría ser la alineación que se mida el próximo domingo al Real Madrid.

Por un lado, alineó la defensa que se anuncia titular, formada por Diogo, Jarosik, Contini y Obradovic. Aunque Aguirre ha valorado la opción de mantener a Lanzaro en el equipo, la prueba de ayer indicó lo contrario: Contini volvería, al igual que Obradovic, que enviaría al banquillo a Paredes. En ese mismo equipo, el centro del campo lo formaron el doble pivote habitual con Edmilson y Gabi, cayendo a las bandas Bertolo (izquierda) y Jorge López (derecha). Esta puede ser el principal matiz novedoso de la alineación. La entrada por primera vez en un once de Aguirre de Ander Herrera comprime el espacio y abre una duda entre el riojano y Ángel Lafita, que a día de hoy cuenta con la candidatura principal para deslizarse a la suplencia. Esta es la incógnita que maneja Aguirre.

En el mencionado ensayo, frente a este equipo (que tenía por delantero a Marco Pérez), Aguirre articuló otro con todos los teóricos suplentes (Ponzio, Lanzaro, Pinter, Paredes, Lafita, Boutahar y el canterano argentino Marcelo) más el previsible ataque ante el Real Madrid, con Ander Herrera y Sinama-Pongolle. Respecto a Almería, la vertiente ofensiva sería toda nueva tal y como se esperaba, y de este modo, Aguirre podrá alinear ante el Real Madrid su once tipo para el Zaragoza actual, circunstancia que en los tres partidos anteriores con el mexicano en el banquillo impidieron las adversidades.

Hasta el momento, han sido intocables para Aguirre, jugando de inicio ante Getafe, Villarreal y Almería; Leo Franco, Jarosik, Bertolo, Jorge López, Lafita, Edmilson y Gabi. Solo las lesiones y sanciones apartaron en algún momento a Diogo o a Ander Herrera, Sinama, Contini y Obradovic, los cuatro que ahora vuelven. Ellos, los doce, son el bloque de Aguirre. Sea rival el Getafe o el Real Madrid.