HA SIDO OPERADO

El anhelo de Drulic

Héroe de primera en Tercera, el delantero serbio pasó ayer por el quirófano. Ahora, persigue el ascenso a la Segunda B con La Muela.

Con otros balones, Drulic metía goles; con éstos, se recupera.
El anhelo de Drulic
OLIVER DUCH

Antes aparecía en la portada. Ahora hay que pasar alguna página más hasta encontrar a Goran Drulic. Antes llenaba con sus fotografías contenidos del lector zaragocista, de lo que se hace y se deshace en la elite, del negociete del fútbol alrededor del fichaje más caro en la historia del Zaragoza (15 kilos de vellón), del cacareo insoportable del pelotón, del compañero de Milosevic y Kezman en la selección 'plavi', del Vieri de los Balcanes, del combustible de la caja tonta. Ahora lo relegamos y se relega a las últimas hojas del periódico, a las categorías perdidas, al fútbol que es menester buscar hasta encontrar, a la Tercera División, al escenario donde Goran, nuestro querido Goran, lame sus heridas en un gimnasio. Allí, en los arrabales del fútbol, Drulic anestesia su dolor en compañía de los locos encantadores de La Muela, ese equipo de valientes que sin un euro en el bolsillo amenazan con ascender a la Segunda División B. Anoche fue operada por enésima vez la rodilla de Goran. Aquí cuenta su peripecia vital.


Sus más cercanos lo saben, él lo ha dicho, nos lo ha reiterado. Con su presencia, lo evidencia: ama Zaragoza. "He vuelto a Zaragoza porque me gusta la ciudad, la forma de ser de la gente. Estoy aquí con mi mujer (Natacha) y con mis hijos (Iovana y Marko). Cuando me fichó el Real Zaragoza, vine con mucha ilusión. Nada más llegar, surgió la desgracia de la lesión. Contra eso no se puede luchar. Yo peleé todo lo que pude. Se bajó, se volvió a ascender. Afortunadamente, viví muy buenos momentos aquí. Por eso he vuelto. En los sitios en los que uno no ha estado a gusto, procura no volver. Si con 33 años, al final de mi carrera, he regresado, es porque fui feliz entre los zaragozanos. He estado jugando en Bélgica y en Grecia, pero a pesar de que en Grecia querían que me quedara, decidí vivir en Zaragoza", reconoció Goran Drulic.


Rehabilitación


Ahora Goran se divierte y nos divierte en La Muela. Y sufre y nos hace sufrir en el gimnasio, tras padecer su último mal en la rodilla. En el Centro de Fisioterapia Kine estabiliza su rodilla, realiza ejercicios de propiocepción, tonifica la extremidad... "Goran es un fenómeno. Trabaja a tope, quiere ponerse a punto cuanto antes", proclamó Alberto Lobera, el fisioterapeuta que sigue de cerca su rehabilitación. Entre consejo y consejo de Lobera, Drulic detalla la epopeya de La Muela, un grupo de rebeldes a punto de asaltar el galeón de la Segunda B. "Estoy disfrutando como nunca. Es el equipo más luchador en el que he estado jamás. Ganamos porque creemos en la victoria. El entrenador es increíble. He trabajado con Chechu Rujo, con Paco Flores, con Costa; pero Emilio Larraz es increíble. Entrenador buenísimo, de elite. Trabajamos a un ritmo elevadísimo. Todos los días nos pasa algo y todos los días encuentra una solución. Llevamos meses y meses ganando. Hemos pasado por muchos problemas, pero estoy convencido de que vamos a ascender", reiteró Drulic.


Marcados por todos y por todo con razón, con menos razón y quizá en el fútbol con ninguna razón, La Muela hilvana su gesta mientras Goran Drulic se introducía en el quirófano donde de nuevo será auditado el maldito menisco de su rodilla izquierda. A primera hora de mañana recibirá el alta. Inmediatamente después se desplazará hasta La Muela y vera a sus compañeros ante el Constancia de Inca (12.00). Encuentro de vuelta del cruce de ascenso a la Segunda B. En Mallorca ganó La Muela 0-1. Ganar, ascender, luchar por un objetivo común, generar una ilusión... En verdad, la esencia del balompié verdadero es igual en Primera que en Tercera. Bien lo sabe Drulic, el entrañable Goran, espectador privilegiado en las dos orillas entre las que fluye el curso torrencial de esa corriente difusa llamada fútbol.