REAL ZARAGOZA

El amigo del 6

Rafa Guerrero y Aguado iniciaron su amistad tras el célebre penalti y expulsión frente al Barcelona. El asistente vuelve el domingo, seguramente por última vez, a La Romareda.

Rafa Guerrero vuelve el domingo a La Romareda, escenario en el que empezó su leyenda y al que regresa seguramente por última vez, al menos como asistente. En el año de su retirada, Rafa volverá a escuchar que "ha sido el seis". Y se acordará de Aguado. Y del Barcelona. Y de Mejuto. Y de aquel penalti que en realidad hizo Solana, si es que fue penalti. Se acordará y se lo recordarán, pero lo acepta de buen grado porque "siempre hay que quedarse con el lado bueno de lo que te da la vida", reconoce.


Y la vida le dio cosas buenas a raíz de aquello, como la notoriedad que lo convirtió en un personaje mediático, capaz de grabar anuncios y sumarse a causas benéficas. Y sobre todo le dio amigos, uno de ellos sumamente especial: aquel número seis, Xavier Aguado Companys.


"Cuando estalló todo el escándalo por aquella jugada en la que me confundí, recuerdo que a los pocos días Xavi me llamó por teléfono. Me dijo que no estuviera preocupado, que un error lo tiene cualquiera y que en el fútbol todo se magnifica. Y yo pensé: este chico es una bellísima persona".


La frescura con la que Rafa ejercita su memoria equivale a la ilusión con la que regresa a La Romareda doce años después de aquel lance, documento televisivo para la historia, que retorna a la pequeña pantalla cíclicamente.


Rafa regresa esta vez -ya lo ha hecho anteriormente- como compañero de Iturralde González y con el Almería como contrincante. "Y que nadie dude de que vuelvo muy a gusto porque La Romareda es un campo que me encanta y la afición del Zaragoza es modélica", asegura Guerrero, de profesión ordenanza en un centro escolar. "El campo me trae un montón de recuerdos. Resulta muy especial volver porque de alguna forma siento como si hubiera empezado allí mi trayectoria y ahora regresara para terminarla", añade.


Aguado también siente un gran aprecio personal por el colegiado leonés. "Supuse que lo estaba pasando mal después de todo aquello y conseguí su teléfono para llamarle. Más allá del detalle, lo que más me agradeció fue que en medio de tanta crítica de la prensa mis declaraciones sobre la acción fueran comprensivas con el error humano", recuerda el ex capitán zaragocista.


"Mucha gente se ha quedado con el lado frívolo de Rafa, pero es porque no lo conocen ni saben que el dinero que ha ganado con los anuncios que ha hecho lo ha destinado a causas benéficas, o que ha acogido en su casa a niños saharauis… Me parece una persona ejemplar".


Rafa y Xavi no han perdido el contacto en todo este tiempo. Y no sólo se han mantenido unidos por teléfono. "La Peña Zaragocista de León me hizo un homenaje e invitaron a Rafa. Estuvimos recordando lo que había pasado y riéndonos de lo que para entonces no era más que una anécdota. Él me regaló dos tarjetas dedicadas, una amarilla y una roja. Lo que me faltaba…", bromea Xavi.


El verano pasado, Aguado hizo el camino de Santiago a pie como homenaje a su padre, que había fallecido un tiempo atrás haciendo la travesía del apóstol. Cuando llegó a León, quiso reunirse con Rafa. "Tenía las piernas hechas polvo y me atendió el fisio de la Cultural Leonesa, que también se ocupaba de Rafa. Le llamamos y estuvimos un rato charlando".


Guerrero tiene claro por qué dos personas pueden estrechar lazos aunque exista una polémica en el origen. "Porque por encima del fútbol está lo humano y este deporte tiene mucha pureza aunque haya cosas que desterrar, que son las menos". Para el popular asistente, "lo del campo tiene que quedar en el campo y Xavi, que es un tipo fantástico, así lo entendió en su día".


Cuando este domingo aparezca por la banda de La Romareda y se imponga el cántico mítico -si es que la preocupación por los tres puntos no difumina el fenómeno- Rafa lo acatará "con normalidad. Lo importante es que la gente se divierta y vaya al fútbol para disfrutar en lugar de perderse en otras cosas. El 'ha sido el seis, penalti y expulsión' es algo que ha ido siempre conmigo y que me lo llevaré a la tumba".