Se va Raúl Izquierdo. Mejor dicho, no le renuevan. En cristiano, lo echan. Duele su adiós, su pérdida. No lo merece. No es justo. Es injusto. Mucho más injusto si se valoran renovaciones firmadas por decreto ley temporadas atrás. Prolongaciones de contrato dictadas incluso sin contar con la opinión del técnico de turno. Las cosas eran, son y serán así en el Sala 10. Igual en Plata que ahora, afortunadamente, en la División de Honor.

Raúl se fue ayer igual que ha estado durante nueve años en el Sala 10. Sin un mal gesto. Sin una mala palabra. Sin ningún reproche. Sólo tuvo palabras para subrayar lo obvio, lo que todo aficionado ha encontrado en él durante tantos y tantos partidos sudando la camiseta. "Me duele irme, pues me he entregado con todas mis fuerzas por este club. Las cosas son así. Yo no puedo cambiarlas. Otras personas han decidido que la relación acabe así", explicó Raúl Izquierdo.

Atrás queda una trayectoria limpia. A Raúl nadie le ha regalado nada. Todo lo que ha sido, lo que es, se lo ha ganado a pulso. No cabe buscar en él compadreos ni rollos chungos. No miren en este lado, en esa camiseta. Pocos hombres han defendido con tanta profesionalidad este club, desde que David Navarro apostara hace más de una década por él. Sobran dedos en una mano para contar futbolistas con esta integridad. Pero todo esto no le ha servido para seguir en el Sala 10.

Además de Raúl Izquierdo, el Sala 10 decidió ayer desprenderse de los aragoneses Luchi y Dani Latorre, y del brasileño Kel. El pivote Javier Álvarez 'Luchi' ha rendido a buen nivel. Ha jugado más y mejor en los partidos importantes. En cuanto a Dani Latorre, ha disfrutado de pocos minutos. Con estas dos pérdidas, el equipo pierde un elevado contenido aragonés en su composición.

Tampoco continuará Kel, un futbolista extranjero que siempre ha desarrollado una aportación notable en las varias etapas que ha descrito en el Sala 10.

Cinco en nómina

En estos momentos, el Sala 10 cuenta con cinco futbolistas en su nómina: Juanjo Silva, Abel Budría, Marcos Latorre, Víctor Tejel y Carlos Corvo. El hecho de que estos hombres tengan contrato en vigor no significa necesariamente que continúen. Respecto a la portería, la apuesta de la entidad es por Abel Budría, guardameta que ha rendido a buen nivel este curso. La continuidad de Juanjo Silva está siendo cuestionada. El veterano portero también ha contribuido al éxito del ascenso a la División de Honor, a pesar de no haber disfrutado de la confianza del cuerpo técnico, valor esencial en un guardameta. Su baja representaría una pérdida del calibre de Raúl Izquierdo. Le pese a quien le pese, estamos hablando de dos hombres esenciales en la historia del Sala 10. Ahí está su profesionalidad, su honradez, su entrega, las estadísticas, los vídeos, los datos, las actas, los actos, la pista, la verdadera democracia del deporte. Lamentablemente, poco ha valido para decidir el futuro de Raúl Izquierdo. Me temo que tampoco el de Juanjo Silva.