La vigésimo primera jornada en la Tercera División aragonesa se presenta muy interesante, sobre todo el encuentro entre dos aspirantes al ascenso como son el Ejea y el Sariñena, que se verán las caras en las Cinco Villas.

Dicha circunstancia hace que en el encuentro haya en juego algo más que tres puntos ya que son dos rivales que luchan por el mismo objetivo.

El hecho de jugar en casa y de ir un poco destacado en el primer puesto hace que parta como favorita la S.D. Ejea, pero puede darse cualquier resultado.

El Utebo recibe en su campo de Santa Ana al Oliver y querrá ganar y esperar un tropiezo del Ejea o del Sariñena para estar todavía mejor clasificado, aunque el Oliver está siendo un conjunto muy incómodo para todos los rivales.

El Sabiñánigo, que tiene pendiente de disputar 9 minutos ante el Cuarte en campo zaragozano, recibe al Barbastro en un derbi siempre atractivo y ahora muy igualado, ya que sólo les separa un punto en la tabla y los dos equipos pugnan por meterse entre los mejores.

El Valdefierro no ceja en su empeño de dar la campanada y recibe al Robres que pelea por mantener la categoría, por lo que el conjunto zaragozano parte con más opciones de sumar los puntos en juego.

El Universidad visita el campo del Atlético de Monzón con la intención de sumar una victoria que le pueda sacar cuanto antes de la zona de descenso pero el conjunto oscense será un rival muy complicado.

Mucha igualdad se prevé en el choque Villanueva-Binéfar al estar emparejados en la parte media-alta pero lejos de luchar por los primeros puestos.

El Ebro puede hundir un poco más al San José y de paso sumar tres puntos que le darían más tranquilidad.

El Giner Torrero-Tauste es un duelo con doble valor de los puntos en juego ya que ambos luchan por salir de la zona de descenso.

El Tarazona-Calatayud es un derbi comarcal con mucha igualdad entre ambos y con pronóstico incierto dada la igualdad que parece reinar a priori.

El Cuarte, que visita el campo del Quinto, querrá aprovechar su potencial para derrotar al conjunto local y, de paso, esperar algún tropiezo de los primeros clasificados para volver a estar entre los primeros de la tabla.