REAL ZARAGOZA

Edmilson reivindica el valor de los refuerzos de enero

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José Edmilson, en el entrenamiento de ayer, corre delante de un sonriente Pavón.
Edmilson reivindica el valor de los refuerzos de enero
TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

José Edmilson Gomes de Moraes, a punto de cumplir los 34 años -lo hará en julio-, con galones en las hombreras de campeón del mundo con Brasil, de Europa y de la Liga española con el Barcelona y de Francia con el Lyon, es de los pocos jugadores del vestuario zaragocista que tiene trato de usía solamente por el aval de su currículum. El centrocampista 'canarinho' fue ayer el portavoz del vestuario, pocas horas antes de que el equipo y el club se jueguen un nuevo cacho de supervivencia, esta vez en La Romareda ante el Espanyol, mañana a las 20.00 en la antepenúltima jornada de Liga.El veterano futbolista blanquillo, además de ponderar como merece el compromiso de mañana ante los catalanes, aprovechó para reivindicar el valor de los fichajes de enero, a cuyo elenco él pertenece junto a Suazo, Eliseu, Jarosik, Contini, Colunga y Roberto Jiménez. El brasileño no quiere saber nada de pesimismos ni de dudas a estas alturas de la película cuando, gracias a la aportación de estos 'siete magníficos', el Real Zaragoza ha vuelto a la vida y está muy cerca de eludir el descenso a Segunda. "La gente de Zaragoza, también vosotros (por la prensa), no pensó hace unos meses que en estas fechas estaríamos tan bien como estamos. El equipo ha sumado bastantes puntos en la segunda vuelta", presumió Edmilson en el arranque de su discurso.

"Hubo un momento en que la gente pensaba que el Zaragoza ya estaba en Segunda División. En enero, cuando yo vine, la mentalidad que trajimos fue la de tratar de que el grupo estuviera bien, tranquilo, para ir sumando puntos poco a poco. Y creo que lo hemos logrado. Ahora, gracias a eso, la salvación está en nuestras manos", abundó en su exposición.

Sin duda, Edmilson lleva grabada a fuego en su cerebro la experiencia que está viviendo en los últimos tres meses aquí en Zaragoza, algo totalmente distinto y opuesto a los éxitos, la pompa y el boato de tantos años de glorias en Brasil, Lyon y Barcelona. "Debemos sentirnos felices por estar como estamos a solo tres partidos para el final. No solo la afición, el club o nosotros. Es muy difícil lo que hemos hecho. Pasar de estar como estábamos, tras una primera vuelta complicadísima, con muchos partidos con 6-0, 6-1 o 4-1 en contra, a remontar como lo hemos logrado para llegar al final en la pelea por permanecer. Por eso digo que, estar así a solo tres jornadas para el final, es para estar muy contentos. Debe ser una alegría grande para todo el mundo ver que dependemos de nosotros mismos", insistió.

Edmilson quiso ayer, a través de esta loa pública a los protagonistas de la revolución de invierno (en la que él va incluido), borrar de raíz cualquier brote de miedo, vértigo o inseguridad que pueda surgir dentro del zaragocismo en estas dos últimas semanas de competición. "Si logramos la victoria frente al Espanyol, creo que tendremos el 80% del trabajo hecho. Ganando un partido y empatando otro de los tres que nos quedan, la salvación estará lograda matemáticamente", predijo sin dudar.

El Espanyol, un rival estimulado

José Edmilson advirtió que el vestuario espera mañana un duelo de alto voltaje en La Romareda. "Es un partido muy importante porque el Espanyol todavía no está salvado matemáticamente y va a venir a buscar la permanencia precisamente aquí", aventuró.

Para el medio sudamericano, éste es un factor relevante que va a marcar el discurrir del choque en cuanto a sus características. "Que el Espanyol tenga que confirmar aún su salvación seguro que va a repercutir en el juego. Ellos tienen que venir a buscar una victoria, igual que nosotros. Los dos sabemos que, quien la consiga, dará un paso decisivo. Sobre todo porque los de abajo tienen partidos muy difíciles esta jornada", explicó Edmilson.