Gerhard Poschner ha presentado su dimisión está misma noche. El hasta ahora director general del Real Zaragoza no ha desvelado los motivos de su dimisión, pero su marcha abre una nueva brecha en un equipo que vive una grave crisis interna desde hace semanas.

"No tengo ninguna intención de marcharme. Tengo muchas ganas de seguir. La decisión de que deba irme o no depende de otras personas, no de mí", declaraba a HERALDO el martes pasado, en una entrevista en la que también admitía que "si debo irme porque es bueno para el Real Zaragoza, bien. Lo acepto".

Finalmente, el directivo alemán ha dejado el club. Una nueva víctima que se suma a la desbandada del Consejo de Administración, incluido su propio presidente, Eduardo Bandrés.

La dimisión de Poschner es voluntaria e irrevocable, y se debe en gran parte a que mantenía un discurso claramente distinto del de la línea oficial del club. Unas diferencias que le llevaron a enfrentarse con el resto de la ejecutiva del Zaragoza por no compartir los métodos de trabajo que rigen en el equipo.