Solo contemplando la clasificación de la ACB uno se da cuenta de que la distancia entre el TAU Cerámica y el CAI Zaragoza es inmensa. El líder visita la cancha aragonesa, la pista del 14º de la competición. Ese frío dato no tiene por qué ser definitivo, pero refleja las grandes diferencias en la forma de jugar de ambos conjuntos y de la calidad de sus plantillas. De hecho, comparar a vitorianos y rojillos es como hacerlo con el blanco y el negro. Mientras los de Dusko Ivanovic son el mejor ataque del torneo, los de Curro Segura son una de las peores defensas. Si los vascos representan el acierto de cara al aro, los zaragozanos son el peor conjunto de la Liga en esa faceta. Opciones de triunfo siempre hay, pero los números de unos y otros otorgan un choque excesivamente desigualado. Una desigualdad extrema

Las cifras apabullan al cuadro local en el choque del domingo. Atendiendo al baremo utilizado en baloncesto de la valoración, ese en el que lo positivo suma y lo negativo resta, el TAU es el conjunto más valorado de la ACB con una media de 98,8. Por el contrario, el CAI es el segundo por abajo en esa clasificación con tan solo 71,7, lo que demuestra el abismo entre unos y otros.

Y qué decir del bloque. El líder de la Liga cuenta con cinco hombres que valoran por encima de once puntos y seis que obtienen más de 7 tantos por partido, cuando entre los rojillos solo hay dos, Quinteros y Lewis cuya valoración sobrepasa los once, a los que se une exclusivamente Green en cuanto a la aportación ofensiva superior a esos siete puntos.

El reparto de esfuerzos en la poderosa plantilla vitoriana es evidente. Los diez hombres de los que tira habitualmente Ivanovic promedian entre 12 y 29 minutos en la pista. Además, sus chicos son de los que no desaprovechan la oportunidad. Jugadores de la talla de Sergi Vidal, San Emeterio o McDonald son escuderos de lujo que mantienen el nivel del equipo a pesar de las rotaciones.

El acierto de todos ellos resulta, por momentos, espectacular. El 56,2 por ciento en tiros de dos o el 79,3 en los libres les hacen ocupar la segunda y primera plaza en las clasificaciones de esas facetas del juego, mientras que el CAI es el último en ambas, con el 46,5 por ciento y el 71,3 respectivamente.

El único apartado del juego en el que los de Segura son mejores que el TAU es en el rebote. Pero de nada sirven esas capturas si son por fallos propios y, además, no se aprovechan las segundas y terceras opciones de tiro.

Un referente interior, pero...

Incluso resulta curioso que el rebote rojillo sea más contundente que el vitoriano, puesto que Ivanovic disfrutará el domingo de un juego interior mucho más sólido y seguro que el local. En él, contará con un referente interior como es el brasileño Splitter, cosa que no tiene el CAI.

Por ahí el desequilibrio es mayor todavía, aunque en todo conjunto, por poderoso que sea, siempre aparece un punto débil. En el caso vasco quizá sea su base suplente. El estadounidense Mustafa Shakur no se ha adaptado correctamente a la Liga y no está jugando bien. Cuando suple al gran Prigioni el equipo baja considerablemente sus enteros y eso debería ser aprovechado por los aragoneses. Demasiado poco margen para reducir esa extrema desigualdad.