El decatlon, una de las pruebas más exigentes del calendario olímpico, ha dado un buen susto a los aficionados cuando el atleta belga Thomas Van der Plaetsen se cayó en la prueba de salto de longitud. Al coger el impulso desde la plastilina se desequilibró, dando casi de bruces en la arena, donde quedó tendido durante un rato generando alarma entre los árbitros y el público. 

El combinero ya había mostrado algunas molestias en la pierna tras disputar la prueba de 100 metros, y eso, según todos los indicios, es lo que ha causado la caída. El belga ha debido de notar el dolo en la batida y se ha dejado caer.

Plaetsen, que hubo de ser evacuado en silla de ruedas, no es el único que se ha visto apeado de la prueba a las primeras de cambio. En Heptatlon, la prueba femenina combinada, la cubana Rodríguez se ha lesionado al caer en la carrera de vallas. La competición ha terminado para ambos.

Por su parte, el español Jorge Ureña comenzó esta prueba con una victoria en la segunda serie de 100 metros y un tiempo de 10.66, récord personal, en su primera participación en unos Juegos.

El atleta de Onil celebró su buena marca apretando el puño y con una abierta sonrisa. El crono le había dado 938 puntos y le colocaba sexto en una primera clasificación encabezada por el canadiense Damian Warner, el más veloz de los 23 participantes con 10.12, el mejor crono de la historia en un decatlón.

El alicantino, campeón de Europa y plusmarquista nacional de heptatlón, la combinada masculina en pista cubierta, ha participado en dos Mundiales (vigésimo primero en Pekín 2015 y noveno en Londres 2017), pero carecía de experiencia olímpica.

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Este año ha conseguido su mejor marca en el decatlón, con 8.209 puntos que le dieron, por ránking mundial, la plaza olímpica.

El 9 de marzo pasado obtuvo la medalla de plata en los Europeos en pista cubierta de Torun (Polonia) después de un año lastrado por las lesiones.