SELECCIÓN ESPAÑOLA

Demasiados fracasos por vengar

España juega hoy ante Paraguay los cuartos de final del Mundial, frontera infranqueada por la Roja. Ahora, más que nunca, es favorita, pero nadie se atreve a hablar demasiado alto, como si se fuera consciente de la existencia de una maldición.

Iván Helguera protesta a Al-Ghandour tras la eliminación en Corea.
Demasiados fracasos por vengar
EFE

Julio Cardeñosa, José Emilio Santamaría, Javier Clemente, Julio Salinas, Luis Enrique, Al-Ghandour... Son nombres que están grabados a fuego en la memoria colectiva española, protagonistas de una serie continuada de fracasos rojos en los Mundiales, todavía por vengar.


Fue en Brasil 1950 cuando España logró su éxito más notable en un Mundial, con aquel gol de Telmo Zarra emitido aún en blanco y negro, y que dio a su equipo la posibilidad de entrar entre los mejores. Quién iba a pensar que España necesitaría seis décadas para tener su mejor oportunidad de igualar tal hito.


Tras un periodo oscuro, España regresó a los Mundiales con Argentina 1978 (antes pasó por Chile 62 e Inglatera 66 con eliminaciones en primera ronda) y una escena quedó grabada en la memoria de sus hinchas, con un error clamoroso de Julio Cardeñosa, que falló un 'gol cantado' ante Brasil. Casi peor fue lo ocurrido en el Mundial que España albergó en 1982. La selección de Santamaría se despidió en la segunda fase entre la vergüenza de su hinchada. En 1986, España avanzó a los cuartos de final con una selección liderada por Emilio Butragueño. Jugaba ante Bélgica y era la gran favorita. Pero la selección de Miguel Muñoz se estrelló contra el rival, la prórroga finalizó con empate a un tanto y en los penaltis Eloy erró el definitivo.


En el Mundial de Italia 1990, España llegó a la cita con cartel de candidata y se marchó en octavos tras caer por 2-1 ante Yugoslavia tras una nueva prórroga. Aquel suceso dio lugar a una de las etapas más polémicas con la llamada 'Era Clemente'. El vasco llevó a su selección a los cuartos de final del Mundial de Estados Unidos, donde esperaba Italia. Su camino terminó con una derrota polémica por 2-1, con una ocasión clamorosa errada por Julio Salinas, un gol definitivo de Roberto Baggio y un sangriento codazo en el área italiana de Mauro Tassotti sobre Luis Enrique en el minuto final. Clemente tuvo otra oportunidad con el Mundial de Francia 1998, en el que España no pasó de los octavos de final. Un enorme fracaso.


José Antonio Camacho llegó al banquillo y llevó al equipo a los cuartos de final del Mundial de Corea y Japón 2002. Jugó contra uno de los anfitriones, Corea del Sur, y se marchó en la tanda de penaltis tras un error de Joaquín. Antes, España sufrió la polémica actuación del colegiado egipcio Gamal Al-Ghandour, quien anuló dos tantos válidos a la Roja. Otra decepción mayúscula para los españoles.


España llegó a la última cita mundialista con honores de favorita, pero se marchó en octavos tras caer por 3-1 ante Francia. Luis Aragonés, su seleccionador, no renunció, siguió y propició que España conquistara la última Eurocopa, el final de una serie de catastróficas desdichas. Desde entonces, la Roja parece caminar hacia un destino diferente al de los viejos tiempos, aunque no tan lejanos.