REAL ZARAGOZA

Defensas de plastilina

Real Zaragoza y Levante se miden el domingo en el partido de las porterías perforadas. Son los dos equipos más goleados de la Liga y se escudan en César y Kujovic, dos porteros que acaban de recibir cinco goles.

La última jornada de Liga dejó dos mártires relevantes. César Sánchez, protector de la portería del Real Zaragoza, recibió una tormenta de goles en Sevilla. Un día después, en el Camp Nou de Barcelona, el serbio Vladan Kujovic, arquero del Levante, amontonaba también cinco goles a su espalda, uno detrás de otro. Ambos son las víctimas colaterales de dos defensas escuálidas, agujereadas y con las ventanas abiertas. El domingo, en el Ciudad de Valencia, serán los cerrojos de los dos equipos más goleados de la Liga.


El Levante se hunde en el fango de las posiciones de descenso (tiene la salvación a trece puntos) con el peso adosado de su frágil defensa (las más goleada de la Liga, con 46 tantos en contra). Las últimas jornadas habían rebajado la cadencia de goles recibidos. Antes de salir golpeados de Barcelona (5-1), el Levante presentaba un cartel de 11 goles encajados en los anteriores 9 partidos. La cifra no deja de ser más o menos tolerable para un equipo con el signo del descenso marcado en la frente. Este blindaje relativo fue fruto de la fórmula Di Biasi. El nuevo técnico italiano reordenó los métodos defensivos y equilibró un equipo que recibió 17 goles en las 7 primeras jornadas de Liga, entonces con Abel Resino de entrenador.


En enero, el portero italiano Storari abandonó el ruinoso club valenciano y se marchó al Cagliari, le sucedió Kujovic en la titularidad bajo el arco y Di Biasi trató de aplicar sutura en una zaga en permanente error. El diseño habitual de la zona trasera lo configuran Descarga, lateral derecho combativo y severo, Álvaro Maior, antiguo central del Real Zaragoza, contundente y poco rápido, Serrano, marcador intermitente, y David Castedo, diminuto lateral zurdo sin la intrepidez que le destacó en el Sevilla.


Ellos conforman una línea menos prestigiosa y valorada que la del Real Zaragoza, pero con unos registros negativos semejantes. Carlos Diogo, Fabián Ayala, Sergio Fernández, Juanfran, Paredes, Pavón... los mecanismos defensivos del equipo aragonés han urgido lubricante. Las disfunciones (falta de conjunción y coordinación, asincronía, inocencia, fragilidad en las marcas, ausencia de coberturas...) han corrompido los meritorios registros goleadores de los delanteros y han arrastrado al equipo a las profundidades de la clasificación, cayendo en las antípodas de lo proyectado cuando la temporada se iniciaba.


Hoy, estadísticamente, la defensa del Real Zaragoza es la segunda peor de la Liga, con 43 goles recibidos.


Los desequilibrios se agudizan cuando el equipo aragonés se aleja de La Romareda. Es, junto al Levante, el peor equipo defensivo (26 goles encajados como visitante). Este raquitismo de la retaguardia explica en buena medida los nefastos resultados que recopila el Zaragoza fuera de casa. La única vez que dejó la portería a cero en una salida ganó su único partido como visitante, 0-1 frente al Almería, allá por finales de octubre.


Con bajas en defensa

Las dos peores contenciones de la Liga se enfrentan el domingo con las líneas bajo alerta. En el Zaragoza, faltarán Diogo, sancionado, y Sergio Fernández, lesionado. Tampoco estará el vértice defensivo del medio, Luccin, inhabilitado por acumulación de tarjetas. En las filas del Levante, los dos laterales, Descarga y David Castedo han sufrido molestias físicas en los últimos días, aunque ayer volvieron a la disciplina ordinaria del equipo.