ATLETISMO

Decálogo de recuerdos

El ex decatleta aragonés Javier Benet repasa una vida que hace ocho años le llevó a Colombia.

Javier Benet, ayer, en las pistas de la Ciudad Universitaria, donde se formó como atleta
Decálogo de recuerdos
PEDRO ETURA/HA

El aragonés Javier Benet disfrutó de la magia de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Y, como decatleta, se hizo partícipe de aquella gesta de la medalla de plata de su compañero Antonio Peñalver. Un reto histórico que también vivió de primera mano otro olímpico aragonés, Álvaro Burrell. Pero Javier Benet, que también estuvo en Atlanta 96, no quiso anclarse en el recuerdo, le dio la vuelta a su vida hace ocho años para irse a trabajar con la elite del tenis en Colombia. Ahora, después de aquella decisión, mira con cierta nostalgia a su tierra, a la que rinde visita cada vez que puede.


1 Vuelta al hogar. “El recuerdo que me trae venir a Zaragoza es como el de turrón, que vuelves a casa por Navidad. Aquí está mi familia, el reencuentro con amigos del atletismo. No fallo, dos veces al año por lo menos. Es una necesidad”.


2 Forja en la pistas de la Universidad. “Me inicié en el atletismo en Zaragoza, con la jabalina, de la mano de Carlos Fantova, para pasar a las pruebas combinadas con Antonio Herrero. Las pistas de atletismo de la Ciudad Universitaria, el módulo cubierto y el Parque Primo de Rivera fueron mi segunda casa. En 1990 emigré al sur buscando un grupo de entrenamiento. Todavía tengo el récord nacional en decatlón de 1999, en 8.526 puntos, que hasta los últimos Juegos de Pekín eran también mejor marca iberoamericana. La batió un joven atleta cubano (Leonel Suárez) por un punto más (8.527)”.


3 Dos Juegos en el currículum. “No vivo mucho del recuerdo de los Juegos de Barcelona y Atlanta, pero sí añoro especialmente los primeros, aunque fueron los peores en cuanto a resultados. El ambiente fue mágico y los viví de una manera muy intensa. Estaban también Álvaro Burrell y Antonio Peñalver, ¡tres decatletas!, todo un récord. La medalla de plata de Peñalver fue emocionante”.


4 La marca del atletismo. “Mi paso por el atletismo me ha dejado amigos e infinitas experiencias. Es un deporte que me ha formado, una escuela de vida, como decía mi entrenador en los seis últimos años de mi carrera, José Luis Martínez. Y lo bueno es que el contacto nunca se pierde. Este fin de semana nos reunimos Álvaro (Burrell), Toni Peñalver, Jaime Peña, Marcos Moreno, Paco Caro, José Luis Martínez… El grupo que convivimos en la época dorada del decatlón. Cualquier excusa es buena para juntarnos”.


5 Salto a Colombia. “Todo empezó en 2000, cuando no conseguí recuperarme de una operación en el tendón peroneo de la rodilla. Paralelamente, contactaron conmigo, a través de unos amigos del club de rugby de Las Rozas, para ayudar a un equipo de tenis colombiano en la preparación física. Durante tres años (1999-2001) lo hice desde Madrid. Pero, al final, me ofrecieron una oportunidad laboral en Bogotá. Mi carrera atlética estaba en su fin. No era la que me gustaba -estudié Ciencias Económicas en Zaragoza-, pero la acepté. Me vinculé al mundo del tenis, a un club que está unido a una empresa de capital español, Colsanitas. Ahora dirijo el equipo desde un punto de vista gerencial. En principio no me lo planteé como algo definitivo...”.


6 Y van ocho años. “Hay muchas cosas positivas. Me tratan muy bien, viajo con los jugadores por el mundo, sigo vinculado al deporte, conocí a mi mujer (Juli) y tengo una niña de un año preciosa (Lucía). Vivo en Bogotá, a 2.600 metros. Todo es cuestión de aclimatar el cuerpo. Hay cosas curiosas: el otro día me hice una analítica de sangre y me salió que tenía hematocrito 51,8. Si fuera ciclista sería doping. Vivir en altura me ha dado resistencia para trabajar y mantener un mínimo mi estado físico. Hago deporte: motociclismo, bicicleta de montaña y trial con un grupo de amigos, y nos hemos convertido en pioneros de esta especialidad... La vida es muy cómoda. Como digo, el que vive bien, vive muy bien”.


7 Los problemas de un hermoso país. “La sociedad colombiana se ha vuelto insensible a muchos problemas, como la violencia o la inseguridad. Es un país maravilloso, pero, como en otros lugares, hay que seguir unas pautas de comportamiento. Aunque el gobierno trata de solucionarlos y, poco a poco, se ven los cambios”.


8 El tenis pelea por estar en la elite. “El programa de tenis de Colsanitas está conocido a nivel internacional, y en Suramérica es una referencia. Cubrimos todos los aspectos de los tenistas. Lo único que recibimos de ellos es la publicidad que generan. La compañía organiza torneos femeninos, como la Copa Colsanitas, el más importante de Latinoamérica. El tenis crece poco a poco; vamos retrasados respecto a Argentina y Chile, pero hemos estado peleando en el grupo mundial de la Copa Davis por ascender a la elite”.


9 Colombia se abre en el mundo deportivo. “No es una potencia mundial en deporte. Se destaca en halterofilia y patinaje de velocidad. Hay algún jugador de fútbol, Montoya cuando estaba en Fórmula 1, el ciclista Botero, el golfista Camilo Villegas, premio al mejor deportista colombiano… El deporte está poco apoyado por el gobierno”.


10 Volver... “Allí tengo hecha mi vida, mi mujer, mi hija, el trabajo. Pero estoy lejos de la familia, de mi ciudad. Es una idea que medito mucho. Me gustaría volver a empezar en mi casa, en un futuro que, espero, no sea muy lejano”.