REAL ZARAGOZA

De pesca en Villarreal

Prieto estuvo el sábado en Castellón y vio el partido del filial amarillo con el Huesca. El defensa Marcano, del primer equipo, una opción que gusta y que podría llegar cedido.

Entre los muchos grifos abiertos que tiene el Real Zaragoza para llevar a cabo la profunda remodelación de su plantilla a lo largo del verano figura el del Villarreal. Tanto en lo referente a su primer equipo como a su filial, la gran revelación de la Segunda División que está a punto de terminar. En ambas plantillas hay jugadores que entran dentro del interés del club aragonés para reforzar el plantel del año venidero, sobre todo mediante la fórmula de la cesión que tanto se ajusta a las duras necesidades del Zaragoza de ahora en adelante.


Antonio Prieto, director deportivo de la SAD blanquilla, estuvo el pasado fin de semana en la localidad castellonense donde, además de ver in situ el duelo entre el Villarreal B y el Huesca, pudo dialogar con los responsables del club levantino. Ni es nueva la presencia de técnicos zaragocistas en la Ciudad Deportiva de Miralcamp (han sido varias las visitas durante el año) ni tampoco las conversaciones con Fernando Roig -tanto el padre como el hijo- o José Manuel Llaneza, las figuras decisivas en el cuadro de mandos del Submarino Amarillo (no hace ni 20 días que todos, incluido Agapito Iglesias, comieron juntos en Zaragoza antes del último choque liguero disputado en La Romareda). El Villarreal, que se ha quedado fuera de Europa, va a abaratar notablemente el precio de su vestuario en una maniobra deportiva similar (aunque en otra escala) a la que va a ejecutar el Zaragoza. De todos los excedentes (Pirés, Ibagaza, Rossi, Javi Venta, Escudero, quizá Godín), al equipo de Agapito le cuadra la figura de Iván Marcano.


El defensa cántabro, internacional sub 21 que llegó el año pasado desde el Racing y firmó por cinco temporadas (costó 6 millones de euros), ha jugado poco y no es del gusto de Juan Carlos Garrido, el entrenador local. Marcano, que cumple en unos días 23 años, es central y, por su condición de zurdo, también ha jugado en ese lateral en su trayectoria anterior. Ya cuando jugaba en Santander (debutó en Primera de la mano de Marcelino, curiosamente), este futbolista fue seguido por la Secretaría Técnica del Zaragoza.


Ahora, si el Villarreal decide darle una salida a instancias de su técnico Garrido, La Romareda puede ser su destino a través de un préstamo. Por supuesto, la ficha de Marcano entra perfectamente dentro del tope salarial del plan de Agapito y su perfil futbolístico, joven y en crecimiento, encaja con la nueva filosofía del club. La dificultad que va a encontrarse el Zaragoza, como le va a suceder en el resto de negociaciones en el mercado, es que al jugador lo pretender varios equipos más. Iñaki Ibáñez (del Grupo Miguel Santos) es su representante, el mismo que el de Gay y de Pavón, jugador al que urge sacar del vestuario zaragocista por su altísimo caché y por no contar en los planes deportivos de futuro del club. Una circunstancia nada desdeñable para pensar que Marcano puede acabar en el Zaragoza dentro del maremagnum de operaciones que Prieto y Herrera han de cuajar de aquí al 31 de agosto.


Un filial lleno de piezas útiles


El Villarreal B, debutante en Segunda este año, está bordando una campaña excepcional que no está pasando desapercibida para nadie en el fútbol nacional. La mayor parte de sus jóvenes futbolistas tienen varias novias de cara al año que viene y el Real Zaragoza es una de ellas en varios casos.


El problema es que Garrido (que dirigió al equipo en el inicio de temporada) tiene la intención de subir hasta a siete de ellos a la primera plantilla de inmediato dentro del nuevo plan de austeridad del Villarreal: el lateral Oriol; los centrales Catalá y Musacchio; los medios Cristóbal, Matilla y Jefferson Montero; y el delantero Marco Ruben. Si, por las causas que fueren, alguno acabara teniendo salida durante o al final del verano, el Zaragoza lo acogería de muy buen grado.