CAI ZARAGOZA

Darren Phillip cumple 250 partidos en la ACB

El capitán del equipo asegura que se siente como un "privilegiado" y que era imposible "pensar que iba a estar tantos años" después de cumplir su décima temporada en España.

Darren Phillip muestra una camiseta el día del ascenso de hace dos temporadas.
El gran momento está más cerca
DUCH

El capitán del CAI Zaragoza, Darren Phillip, ha asegurado que para él es "un privilegio" y "no un regalo" el poder cumplir este fin de semana ante el Asefa Estudiantes su partido número 250 en la Liga ACB.


Darren Phillip debutó con en la competición española con la camiseta de Unicaja de Málaga el 15 de octubre del 2000 y este sábado disputará su encuentro 250.


"Me siento un privilegiado, esto no es un regalo, es un privilegio. Era imposible al principio pensar que iba a estar tantos años. Y digo años porque llevo ya diez años consecutivos. Nunca hubiera pensado que iba a estar tanto tiempo en una Liga tan buena pero he tenido mucha suerte, gracias a dios, y espero seguir muchos años todavía", recuerda el jugador.


El jugador, internacional con Inglaterra, disputó sus dos primeras temporadas en Málaga, siendo cedido posteriormente un año al Girona. Tras otro año en el Unicaja, Phillip fichó por otro equipo andaluz, el Cajasol, donde completaría dos campañas. Tras un año jugando en la ABA de Estados Unidos, regresó a España para fichar por el CAI Zaragoza, donde cumple su cuarta temporada, la segunda en ACB.


En estos 249 partidos previos, el pívot tiene un promedio de 7,5 puntos, 4,2 rebotes y 8,2 puntos de valoración. Su mejor actuación individual en ACB la conseguía el 22 de marzo de 2003, firmando 22 puntos y 36 de valoración en su etapa en Girona, en un choque ante el Cajasol jugado en Sevilla.


En su palmarés destaca el título de la Copa Korac conseguida con el Unicaja en la temporada 2000-01, así como los subcampeonatos de Liga ACB (2001-02) y Supercopa ACB (2008-09). También hay que destacar los dos ascensos logrados con su actual equipo, el CAI Zaragoza.


"Esta ciudad es un gran regalo para mí. Aquí me quiere hasta la última persona de la ciudad. Tengo un 'feeling' mayor que con el resto de ciudades pero que no puedo explicar, es un sentimiento de corazón", confiesa el capitán del equipo maño.