CAI ZARAGOZA

Cura de humildad

El CAI comenzó la semana con un trabajo intenso y exigente, como si quisiera huir de la euforia y de posibles excesos de confianza.

Seis jornadas para el final y dos encuentros de ventaja. Son datos que podrían despertar la euforia e incluso provocar un peligroso exceso de confianza de cara a los próximos encuentros. Ante eso, lo mejor es trabajar como siempre, o más duro si cabe. Eso es lo que parece que han pensado los técnicos del CAI que ayer plantearon una sesión de entrenamiento bastante intensa y que se convirtió en exigente por no completar con éxito los ejercicios. Sin duda, el grupo habrá tomado nota de esta "cura de humildad", ya que entienden que nadie regala nada en esta LEB Oro.


Primero, la carga física propia de los entrenamientos de los lunes y, después, a la cancha. Pero allí no se repitió lo de otras semanas. La leve sesión de tiro se cambió por unos "retos" de lanzamiento para la plantilla. Uno detrás de otro, salvo Óscar González y Turner que guardaban reposo en el banquillo por unas molestias, tenían que tirar a canasta en movimiento desde la zona del tiro libre. El objetivo era anotar 30 canastas antes de cometer 10 fallos, es decir, como mínimo alcanzar el 75 por ciento de acierto. En caso contrario había que correr tres veces ida y vuelta a la cancha. Pues se hartaron de correr, ya que en un cálculo aproximado los rojillos recorrieron unos 1.500 metros.


Porque en la primera canasta lo lograron en dos o tres intentos, pero en la otra emplearon alrededor de nueve o diez, lo que les obligó a correr casi 60 veces los 28 metros del largo de la pista.


"El equipo no se va a relajar, lo que hay que hacer es tener la intensidad suficiente para que la semana tenga una carga de trabajo óptima, y que el viernes se llegue fresco al partido y con las ideas claras para tapar los puntos más importantes de Los Barrios", aseguraba Curro Segura tras el entrenamiento.


Mientras, los jugadores asumían la dureza de la sesión. Starosta afirmaba que fue "un poco duro para nosotros porque hicimos trabajo de piernas en el gimnasio y luego teníamos que hacer el 75 por ciento de acierto en tiro. Hemos corrido mucho, pero es para que tengamos los pies en el suelo". Y su compañero Victoriano asumía que era "un ejercicio de retos, no lo conseguimos y hubo que correr como castigo. Lo hacemos muchas veces, y si al equipo le viene bien, perfecto. Es bueno entrenar siempre igual, sin pensar que llevamos más ventaja que antes".