Ivan Obradovic trasladó ayer al zaragocismo esos puntos de luz que es necesario divisar en medio de tantas dudas como han surgido con el regreso del Real Zaragoza a la zona del descenso a Segunda División. El lateral serbio, aun admitiendo -como ya hizo anteayer su colega Braulio- la preocupación que reina en el vestuario por el retroceso experimentado por el equipo en los últimos veinte días, considera factible el imperioso triunfo de pasado mañana sábado en El Molinón ante el Sporting, un rival directo.

«Ellos no están mucho mejor que nosotros. Solo tienen un punto más. Yo considero que es muy posible ganar en Gijón. Parece que están en forma porque han empatado con el Barcelona y el Valencia con un buen juego. Pero no son tan fuertes como para que sea imposible ganarles», razonó ayer el balcánico antes del entrenamiento a puerta cerrada que dirigió Aguirre en la Ciudad Deportiva.

Obradovic, en su cada vez más ágil castellano, se atrevió incluso a avanzar el método que garantizaría el éxito blanquillo: «Tenemos que jugar fuerte atrás. Eso lo primero. Y, después, con el contraataque, los podremos sorprender». El defensa zurdo, como todos sus compañeros, tienen además el último desplazamiento a Alicante como referencia negativa que, en ningún caso, ha de volver a suceder. «Contra el Hércules estuvimos 80 minutos muy bien. Pero luego, en los últimos 10, nos faltó concentración y encajamos dos goles. Eso no lo podemos volver a repetir porque vivimos una situación muy difícil y ya no hay más espacio para este tipo de errores», dijo.

El lateral, inevitablemente, volvió a referirse al momento de presión que se vive en la caseta a lo largo de esta importante semana. «Estamos muy preocupados. Tuvimos un buen enero, con muchas victorias. Pero ahora llevamos solo un punto en los últimos tres partidos. No hemos tenido suerte a pesar de que creo que merecimos más. Vienen partidos muy duros. Creo que tenemos 14 finales por delante», analizó en voz alta antes de poner el contrapunto con un mensaje esperanzador para la afición: «A pesar de todo, si seguimos trabajando como hasta ahora estoy seguro de que vamos a salir adelante. Estamos preparados para afrontar estas 14 finales», aseguró.

En el vestuario se saben de memoria el calendario que falta por cubrir. Es su libro de ruta, su calvario o su esprint final hacia el éxito, según logren solventarlo. «Ahora, lo principal es preparar el partido de Gijón, que es el primero que viene. Pero también pensamos en lo demás que nos queda por delante. Sobre todo en partidos que serán contra equipos de nuestra liga, como el de la Real Sociedad, el Levante o el resto de equipos que tienen prácticamente los mismos puntos que nosotros. Ir al campo del Barcelona o al Bernabéu, como tendremos que hacer, y pensar en ganar allí, sabemos que es muy complicado», señaló Obradovic.

Los jugadores del Real Zaragoza son conscientes de que les quedan tres meses de sufrimientos y nerviosismo al límite. «Va a resultar duro y difícil salir de abajo, pero en enero hemos demostrado que tenemos fuerza y calidad para ganar partidos. Si queremos seguir en Primera División, no nos queda más remedio que ir a ganar 5 o 6 de los 14 que nos quedan por jugar, aunque tengamos que visitar campos imposibles», argumentó Obradovic con talante positivo.

El serbio ser refirió al problema de los jugadores apercibidos de sanción por acumulación de amonestaciones. «Todavía no hemos hablado sobre el asunto de las tarjetas con el entrenador. Sabemos que estamos seis jugadores con cuatro amarillas y que debemos ir con cuidado. Pero en la plantilla hay dos o tres jugadores por posición que, cuando les toque salir, seguro que van a sustituir a los actuales titulares sin problemas», reconoció el ex del Partizan de Belgrado.

Por último, Obradovic volvió a confirmar que tiene los cinco sentidos en el Real Zaragoza a pesar de que en el pasado mercado invernal se escrutó la posibilidad de consumar un traspaso con el que obtener dinero líquido por parte de los actuales regentes de la SAD. «He hablado hace dos o tres días con mi representante y no me ha dicho nada sobre mi futuro. Por ahora, voy a seguir aquí hasta el verano y luego ya veremos», concluyó el jugador blanquillo.