FÓRMULA 1

Coulthard se retira

El británico David Coulthard (Red Bull), de 37 años, anunció su retirada de la Fórmula 1 a final de temporada, aunque aseguró que correrá en otras disciplinas. Coulthard debutó en el Gran Premio de España de 1994 con Williams, sustituyendo a Ayrton Senna, fallecido en el circuito de Imola. El piloto escocés ha disputado 234 carreras hasta la fecha, con 13 victorias, y su mejor resultado en el Campeonato del Mundo ha sido el subcampeonato conseguido en 2001. Ha corrido con Williams, McLaren y Red Bull.


Con la despedida de Coulthard, se va perfilando la parrilla de 2009. En el equipo Red Bull continuará el australiano Mark Webber, mientras que el segundo volante es probable que recaiga en el alemán Vettel, actualmente en Toro Rosso. El alemán Timo Glock y el italiano Jarno Trulli seguirán en Toyota el año que viene. En Toro Rosso hay dos candidatos para el puesto de Vettel: el indio Chandhok y el suizo Sebastian Buemi.


Con la mitad de presupuesto


Por otra parte, la FIA, a través de su presidente, Max Mosley, ha enviado una carta a los equipos, a los que insta a que se aprieten el cinturón, y les ha lanzado ya sus propuestas con una clara amenaza. Si en tres meses no hay acuerdo de los equipos en torno a la propuesta de la FIA, ésta hará el reglamento por su cuenta sin contar con las escuderías. Considera la FIA que tener 1.000 personas trabajando para poner dos coches en pista es inadmisible, teniendo en cuenta las dificultades que atraviesan los fabricantes de automóviles. La ecología también afecta a la F1, que quiere reducir el gasto de combustible a la mitad para 2015, manteniendo el nivel de prestaciones, y pedirá la utilización de sistemas de ahorro que sean utilizables en los coches de calle.


Además, implantará un sistema (KERS) para aprovechar la energía que producen los coches en frenada para poder utilizarla después para aumentar las prestaciones sin elevar el consumo. Este nuevo sistema entrará en vigor parcialmente el año que viene. La nueva normativa pretende reducir los presupuestos en un 50%, pasando de unos 400 millones a 200 anuales, y sobre todo para favorecer la permanencia de equipos no oficiales.


Para aumentar el espectáculo, además, se reducirá drásticamente la aerodinámica, e incluso se prohibirá cambiar ésta a lo largo de diez carreras. Así, se limitará el uso del túnel de viento, muy costoso, que lastra las economías de los equipos.


La FIA abre de nuevo la puerta a los equipos clientes, e insta a los equipos fabricantes de sus chasis a vender a un precio de dos millones de euros chasis a equipos privados, y todo ello sin que el espectáculo se vea afectado. Con esta última medida se quiere ampliar la parrilla a más coches para que haya más espectacularidad en todos los aspectos.