Quizá por ganarlo todo en esta tierra vistiendo de blanco, quizá por su señorío allá donde va, el Andorra fue tildado como el Real Madrid de Aragón. Tan egregio alias data de los tiempos de mecenazgo de Endesa, la firma que hasta hace aproximadamente un década estuvo íntimamente ligada al club, dándole incluso nombre a la entidad. Desapareció el patrocinio de Endesa, pero el Andorra continúa marcando la vanguardia en Aragón. Ahora acaba de brincar a la Segunda División B, categoría en la que militó antaño durante 13 temporadas. Vuelve y lo hace repleto de futbolistas aragoneses. Los refuerzos también serán aragoneses. Jugador por jugador, integrante del cuerpo técnico por integrante del cuerpo técnico, en Segunda B nadie es más aragonés que el Andorra.

Además de la acertada política de gestión del club, se aprecia la mano de Pascual Sanz en la horma aragonesa del Andorra. La razón es tan simple como que Pascual conoce la cantera aragonesa y los entrenadores de los otros dos clubes aragoneses de Segunda B (Lucas en el Teruel, y Juan Eduardo Esnáider en el Real Zaragoza B) la desconocen. Pascual sabe a qué futbolista aragonés ficha porque lo ha visto jugar mil veces. Ni Lucas (que conoce otras regionales) ni Esnáider (que sí conoce la élite y no la base) han excavado en la cantera.

Refuerzos de la tierra

La apuesta aragonesa del Andorra respondía a una lógica evidente en la Tercera aragonesa. Su amor por Aragón se robustece al ascender a Segunda B. A pesar de la mayor exigencia de esta categoría, tanto Pascual Sanz como la familia Burgos que dirige el club desean que los fichajes sean aragoneses. Y aragoneses son el guardameta Unai Calavia (Zaragoza B), el defensa Jael Gilart (Teruel), el medio Jorge Miramón (Atlético Madrid B) y el delantero Vicente Pascual (Castellón). A todos ellos los conoce perfectamente Pascual Sanz pues a todos los ha entrenado con anterioridad en la Ciudad Deportiva. Los dos refuerzos que completarán el plantel también se han formado en la cantera.

Todos los futbolistas que continúan del conjunto que alcanzó el ascenso en Noja también son aragoneses. El más conocido es Goran Drulic, ex jugador internacional serbio del Real Zaragoza domiciliado e integrado por completo a la vida en Zaragoza. Curiosamente, Drulic marcó los dos goles que significaron el ascenso: el del 1-0 en Andorra ante el Noja, y en el 1-1 facturado en tierras cántabras. También son de la tierra el portero Félix Aznar. Y los defensas Nacho Tomás, Salas y Laguarta. Y los medios Fonsi, Nacho Gómez, Reche, Mustafá y Pedro Lozano. Y los delanteros Michel Sanz, Drulic y Morales. A excepción del zufariense Laguarta, el alcañizano Reche y Mustafá, todos han pasado por la Ciudad Deportiva del Zaragoza. Ojalá hubiera el mismo porcentaje de aragoneses en el filial o en el Teruel. Pero no: en Segunda B, la plantilla más aragonesa es la del Andorra.