REAL ZARAGOZA

Consejo de bolsillo

Agapito, Francisco Checa y Javier Porquera componen el nuevo Consejo de Administación del Real Zaragoza.

Francisco Checa (izquierda) y Javier Porquera (derecha) flanquean al presidente Agapito Iglesias
Consejo de bolsillo
TONI GALÁN/ A PHOTO AGENCY

Francisco Checa y Javier Porquera completarán el Consejo de Administración presidido por Agapito Iglesias durante los próximos cinco años. No hay más. Será un Consejo ínfimo en número, de bolsillo. El empresario soriano ha compuesto un órgano de gobierno de sólo tres miembros, sencillo, a su medida, de perfil técnico y profesional y formado por empleados del club. De este modo, Agapito Iglesias, como propietario del Real Zaragoza, cumple dentro de los plazos legales y da forma jurídica al nuevo Consejo de Administración de la sociedad anónima deportiva, huérfana de órgano de gobierno desde que el pasado 30 de diciembre el presidente Eduardo Bandrés y el resto de consejeros (Agustín Ubieto, José Luis Melero, Fernando Zamora, Manuel Teruel y José María Serrano) presentaran la renuncia a sus cargos.

El orden del día de la Junta Extraordinaria de Accionistas celebrada ayer en el gimnasio del Real Zaragoza se articulaba en tres ejes fundamentales: el cese y nombramiento de los nuevos consejeros, la modificación previa de los Estatutos de le entidad con el objetivo de establecer nuevos límites máximos o mínimos en el número de consejeros, y la delegación de facultades al nuevo Consejo para emprender los trámites necesarios de una nueva ampliación de capital.

Todo contó con la aprobación aplastante del accionariado, algo obvio estando el 97% en poder de Agapito Iglesias. Tras la reforma estatutaria y la fijación de un mínimo de 3 y un máximo de 25 consejeros, Agapito propuso el nombramiento de Francisco Checa y Javier Porquera como nuevos y únicos acompañantes suyos en el Consejo. Ambos compatibilizarán su nuevo cargo con sus funciones profesionales dentro del club. Francisco Checa es secretario general y el hombre clave del entramado administrativo del club. Y Javier Porquera ejerce de director corporativo. Su papel, ahora, según Agapito, será asumir "el plan de futuro del club", en su vertiente financiera. De Porquera, Agapito ñadió que "es un excelente profesional" y que él y Checa serán la base del "plan estratégico del club". De Checa, destacó su "zaragocismo, los 30 años que lleva en el club" y su perfil de hombre "de la casa".

Pese a la nueva fórmula adoptada para dirigir el Real Zaragoza, Agapito Iglesias no desea un Consejo hermético y rígido. Su intención es dotarlo de mayor pluralidad. No obstante, impuso una condición indispensable a todas aquellas personas o sociedades que ambicionen formar parte del Real Zaragoza: la inversión de capital. "Hace falta dinero, apoyo institucional, no solo del Gobierno de Aragón o del Ayuntamiento de Zaragoza, también de las instituciones financieras. Se dice que gente quiere colaborar y entrar en el Zaragoza, yo eso no lo he vivido. Pero la formula es ésta (la aportación de capital). La puerta está abierta porque esto no es el club de Agapito Iglesias sino de todo el zaragocismo. Mi voluntad es que sea un club más participativo. Que baje mi porcentaje en el accionariado no significaría que me esté yendo, sino que quiero un Consejo más participativo", anunció Agapito Iglesias.

El mecanismo planteado por Agapito Iglesias es una nueva refinanciación a través de una ampliación de capital. A tal efecto, el flamante Consejo se reunirá en los próximos días para establecer los términos y condiciones de esta nueva captación de inversores.

A tal efecto, el Consejo quedó facultado ayer para poder validar dentro del plazo de los próximos cinco años, y en cualquier momento, y todas las veces necesarias, cualquier aportación de capital cuya cantidad nominal máxima no supere el millón de euros. La herramienta utilizada sería la emisión de nuevas acciones con o sin prima, y en el caso de que suscripción de títulos quede incompleta por los actuales accionistas o terceros, el capital solo se incrementará en la cuantía de acciones que se hayan sucrito. Es decir, en todo momento podrá entrar un nuevo inversor en el Real Zaragoza con ese límite de 1 millón de euros, aunque sin tope de veces.

Por lo demás, Agapito quiso dejar claro su compromiso con el Zaragoza: "Estas medidas no son una vía de escape. Mi intención no es liberarme de un peso, sino hacer todo lo posible por y para el Zaragoza. Y lo haré siempre porque soy tan zaragocista como el que más".