El CD Teruel, campeón del grupo autonómico aragonés, toma esta tarde la salida en la carrera del ascenso a la Segunda División. Carrera de velocidad pura. Trayecto corto en el que no se puede fallar. Después de completar una brillantísima temporada en la regional, el cuadro que entrena Ramón María Calderé se lo juega todo a una eliminatoria. Si logra superar al campeón cántabro, el Noja, será nuevo equipo de Segunda B. Si pierde, el Teruel todavía tendrá una nueva posibilidad. El camino más corto, por tanto, se encuentra en esta primera eliminatoria que arranca esta tarde (19.00) en el campo de La Caseta de Noja.

El club turolense debía quedar emparejado con otro campeón de Tercera. El cruce con el primer clasificado cántabro fue recibido con júbilo en el vestuario turolense. El fútbol cántabro, por número de licencias y capacidad económica de sus clubes, no puede compararse en potencial con el catalán, valenciano, andaluz o vasco. Todos consideran en Teruel que la ocasión es óptima para regresar a la categoría de bronce del fútbol español, competición en la que no participan los turolenses desde su descenso de hace 19 años.

Sin bajas

El equipo que entrena Calderé se desplazó ayer hasta Cantabria. Descansa en la localidad de Isla, situada a aproximadamente 20 kilómetros de Noja. Ayer, el técnico catalán dirigió la última sesión preparatoria anterior a la trascendental cita de esta tarde. Todos los futbolistas turolenses están en condiciones de competir.

El Noja alcanzó la primera plaza del grupo cántabro después de sumar 80 puntos en 34 partidos. Tan solo ha perdido cuatro encuentros. Han marcado 85 goles y ha recibido 31. Desde luego, no es el conjunto más complicado que podía tocarle al Teruel. Desde luego, será el propio Teruel el que deba hacerlo sencillo.