Decía Ramón Mendoza que el Real Madrid jugaba una final cada semana, al menos dos al mes y, probablemente, un par de docenas al año. El lenguaje metafórico del ex presidente madridista plasmaba con bastante fidelidad la realidad de un equipo que se jugaba la vida, el destino, cada tarde que saltaba al prado. El CAI Aragón todavía no ha ganado ningún título, aunque ya ha jugado finales reales y figuradas. Ahora, tras el prosaico curso pasado, comienza a sentir de nuevo ese gustirrinín de los grandes partidos. Si la pifias un par de días, te desplomas a la de la zona media, donde, como su propio nombre indica, todo es mediocre. Si devoras al Granollers, si montas una fiesta de miedo con el Ciudad Real, si te crees que puedes ser grande y lo demuestras, esta inercia te devuelve al sendero del éxito, a jugar una final. Y si ganas una final, el siguiente partido es otra final. Y no hay nada más bonito que jugar finales. La final más inmediata está fijada para hoy a las 20.30 en el Palacio de los Deportes de León.

Continúa el CAI Aragón instalado en la sexta plaza, territorio habitual del conjunto naranja. Sin embargo, la perspectiva resulta radicalmente opuesta al de anteriores ejercicios. El Valladolid habita dos puestos más arriba, pero solo suma un punto más y todavía debe jugar ante el Barça y el Ciudad Real... Licencia para soñar. Además, hoy el conjunto naranja visita la pista del quinto, el Reale Ademar León, que solo acumula un punto más que los aragoneses. Es decir, después de la crecida experimentada en la segunda vuelta, el CAI Aragón lo tiene todo a mano, en su mano. Y lo seguirá teniendo si hoy no falla.

Nunca ha sido sencillo ganar en León. El Ademar, los maristas de León, siempre han contado con un equipo potente, robusto, bien armado. Sostenido por una afición fiel, numerosa y entendida, técnicos de la solvencia de Manolo Cadenas o Jordi Ribera han diseñado un estilo de juego reconocible. Vista el color que vista, el 'estilo marista' (zurrar atrás y correr con sentido) es inconfundible. No obstante, y siempre dentro de la extrema dificultad de la cita, el día quizás no sea del todo malo para visitar León. Se percibe un ambiente enrarecido. Ribera sigue, pero Isidoro Martínez ya ha comenzado a trabajar de cara al futuro. Se anuncian los fichajes de Rafa Baena y Álvaro Ferrer. También algunas bajas. No le debe resultar sencillo ni cómodo a Jordi gestionar un grupo en este estado. En el CAI se intuye mayor sosiego. A mediodía de ayer ya estaba en León la expedición aragonesa, que a las 18.00 se ejercitó en el Palacio de los Deportes, escenario del choque de esta noche. Mariano Ortega se ha traído a los 15 jugadores de la plantilla. Todos están disponibles. El descarte lo decidirá minutos antes de la cita cumbre, de la nueva final del CAI Aragón. Partido grande en León, donde el CAI espera confirmarse como equipo grande.