CAI ZARAGOZA

Chubb bailó con la más fea

El estadounidense cuajó uno de sus mejores encuentros como rojillo. Fue el máximo anotador y el jugador más valorado del CAI, pero se topó con los poderosos pivots valencianos, sobre todo, con Javtokas.

Adam Chubb intenta un lanzamiento mientras Javtokas y Richardson se elevan para evitarlo.
Chubb bailó con la más fea
A. NAVARRO

Era su gran oportunidad. Los problemas físicos de Rafael Hettsheimeir le iban a dar más minutos y más protagonismo de lo habitual ante el Power Electronics. Y no defraudó. Adam Chubb cumplió con creces. El estadounidense aceptó el reto y se empleó a fondo, especialmente en ataque, para convertirse en el máximo anotador y en el jugador más valorado en el CAI. Sin embargo, ese paso adelante y esa buena actuación se vio ensombrecida por su pareja de baile. A Chubb le tocó bailar con la más fea, con un Robertas Javtokas que se convirtió en el sólido pilar al que se agarró el cuadro levantino. El meritorio trabajo del rojillo se vio reflejado en buenos números, pero la calidad y la contundencia tanto del lituano como del ucraniano Lishchuk le dieron muchísimos problemas en defensa. De hecho, él sumó 19 puntos y 18 de valoración, pero Javtokas se fue a los 18 puntos y 19 de valoración. El uno por el otro, la casa sin barrer.


Con partidos como el de ayer Adam Chubb se va quitando esa etiqueta de torpón que le arrastra desde que arrancara la temporada. Su voluntad y su sacrificio nadie los pone en duda, pero su calidad todavía no había asomado por el Príncipe Felipe. Ante los valencianos lo hizo. Primero aprovechó las buenas asistencias de Quinteros, después fue él quien le dio un pase de canasta a Barlow y algo más tarde forzaba un inesperado dos más uno. Todos esos detalles compensaban algunas de sus habituales pérdidas o faltas innecesarias.


Sus movimientos, en ocasiones poco ortodoxos, contrastaban con la libreta chapada a la antigua que sigue al pie de la letra Javtokas. El lituano dio un recital de recular y anotar con un ganchito imposible de taponar. Le hizo daño. Mucho, tanto a Chubb como al CAI.


Pero ahí no se decidió el encuentro. «Creo que tuvimos una oportunidad de ganar, después de ir diez abajo. Luchamos, pero cometimos algunos errores y al final estuvimos algo nerviosos y no pudimos meternos en el encuentro. Jugamos duro pero no con inteligencia esos últimos instantes», declaró el pívot americano del cuadro aragonés.


Siempre fue consciente de que ayer iba a ser un día importante para él: «Sabía que Rafa no estaba para jugar a tope y que iba a tener más minutos. He estado trabajando toda la temporada para jugar bien y hoy (por ayer) me he encontrado bien en la cancha. Es positivo lo de jugar bien, pero no sirvió para ganar y al final no importa lo que yo haga porque lo que necesitamos son victorias».


El duelo particular ante las torres valencianas era de los complicados, ya que hombres como Javtokas y Lishchuk «son dos buenos jugadores -subrayó Chubb-. Ha habido algunas ocasiones en las que mi defensa no ha estado al nivel que debería. Son grandes jugadores, saben jugar, conocen lo que pueden hacer y lo hacen bien. Además, sus bases saben dónde pasarles y eso les da opciones de canasta muy cerca del aro. Eso es lo que les hace ser un buen equipo».


Los casi 29 minutos sobre el parquet tuvieron su recompensa para el estadounidense, aunque colectivamente el premio no llegó. «Siempre hay momentos en el partido en el que se cometen errores. No fue una cuestión de concentración, pero quizá necesitamos centrarnos más en lo que hacemos para tratar de jugar con más inteligencia».


Eso sí, su trabajo tuvo también el elogio por parte de su técnico: «Adam ha jugado un poco como entrena, y estoy contento en ese aspecto. Lo que es una pena es que haya sido por la bajada de Rafa, a quien mentalmente le ha pesado la lesión».