ESTACIONES DE ESQUÍ

Cerler, un recorrido exigente

La estación ribagorzana ha puesto en marcha el Safari.10 mil, que consiste en recorrer en un día prácticamente toda la estación combinando pistas de todos los niveles y empleando 24 telesillas.

Los fuertes desniveles de Cerler permiten diseñar un trazado exigente. Así se enmarca la propuesta para esta temporada, que se refugia bajo el paraguas Safari.10 mil. Es todo un reto que hay que cumplir en un día. En números consiste en salvar un desnivel acumulado de 10.000 metros, utilizar de forma ordenada 24 telesillas para hacer factible el recorrido por pistas de todas las dificultades y terminar con más de medio centenar de kilómetros en las piernas. La conclusión es diáfana: si su nivel sobre las tablas es bajo, ni lo intente; si es medio, regule sin obcecarse y si es alto, simplemente, goce. Además, para quienes cumplan el recorrido hay un premio goloso: un chaleco exclusivo de Trangoworld.

 

La iniciativa de este recorrido que transita por toda la estación partió la temporada pasada de unos clientes que trasladaban a la Ribagorza lo visto en Zermatt (Suiza), fue asumida por la dirección y la respuesta se traduce en un absoluto éxito, hasta el punto de que el chaleco ha quedado limitado a los 100 primeros esquiadores que firmen el recorrido. Oficialmente, el primero que lo hizo fue el pamplonés, Txemi Larraya, el pasado 3 de enero.

 

"Regular es clave. Eso y llegar bien almorzado", indica José Laguna que hizo el Safari 10.mil el pasado domingo. Con cierta sorna dice que la clave estuvo "en los huevos fritos con longaniza que me tomé en El Molino". Más en serio advierte que "los desniveles más duros están en la segunda parte del recorrido" -allí se concentran cinco de las siete pistas negras que hay que bajar- por lo que es fundamental calibrar las fuerzas. Es aconsejable llevar barritas energéticas e hidratarse de forma conveniente, con el fin de aguantar.

 

Los tiempos no se toman cuando los responsables de la estación certifican que el recorrido está hecho, pero se estima en un mínimo de cinco horas las que hay que invertir para completar el trazado. Y, por supuesto, se trata de un reto que hay que hacer con cabeza; nada de héroes contra el crono ni de poner en peligro la seguridad de otros esquiadores por el hecho de querer acabar.

 

El Safari 10.mil permite ver la estación de Cerler de otra forma y lo mejor es hacerlo en días laborables. El ritmo de las telesillas, también influye en el descenso y afortunadamente queda fuera del recorrido el telesilla del Amor -desquiciantemente lenta- que desde el Ampriú desemboca en la zona que da pie a bajar las pistas de la Olla, Sarrau o la Solana, inaugurada esta temporada y que está fuera de Safari 10.mil.

 

Jaime Río, responsable de marquetin de Aramón Cerler, subraya que "con un buen nivel de esquí, Safari 10.mil es asequible, aunque está claro que se trata de un recorrido duro y exigente".

 

Uno de los alicientes es que el esquiador aborda pistas que de otra manera no recorrería y de ir alternando los sectores del centro invernal. Según los datos que procesa Aramón Cerler, la pasada temporada, la media de uso de telesillas por esquiador y jornada era de 12 -incluidas las cintas- y el desnivel de metros acumulados alcanzó los 3.774, con el Safari 10.mil se dobla el uso de telesillas y casi se triplica el de metros de desnivel acumulados.

 

Si hace unas temporadas, un lema de la estación ribagorzana era que uno se hartaba de esquiar, ahora han puesto en práctica el lema, y el recorrido propuesto es un aliciente más para recorrer palmo a palmo este centro invernal. Como dicen con humor quienes lo han hecho, "está bien, pero no para hacerlo dos veces seguidas. Al final las piernas hay que cogerlas con pinzas".