ALPINISMO

Cecilia Buil vuelve a la pared

"Hace tiempo que no busco la razón por la que voy a las montañas. Podría tener muchas, pero ninguna tan poderosa como el simple deseo de estar allí. Soy fanática de la belleza, de la soledad compartida con amigos, de las paredes verticales y los lugares salvajes, siempre en busca del equilibrio entre la dificultad y mis posibilidades. Lo importante no es llegar a cumbre, no necesariamente, sino el camino que lleva a ella, cada paso y cada esfuerzo, saber que he dado todo lo que tengo. Es lo que me hace dormir tranquila por la noche y soñar con nuevas paredes". Ésta es la ley que alimenta a Cecilia Buil. La alpinista oscense no puede evitar sentir una atracción hacia esas moles que le elevan, majestuosas, en un intento de tocar el cielo. Y, en especial, las que se le resisten. En 2006, Buil, viajó a la Patagonia para atacar el Cerro Torre, pero el tiempo frustró la ascensión. Tres años más tarde, la deportista de Peña Guara vuelve a desplazarse al sur de Argentina para poder acariciar de nuevo Cerro Torre, un anhelo que se amplía con el asalto a la Torre Standhart. "El objetivo de escalar vías de alta dificultad", recalca la aragonesa.


Buil lidera este nuevo proyecto que se puso en marcha ayer y en el que le acompañan Quique Sala y el gallego Juan Goyanes. La climatología será la principal variable a tener en cuenta por estos escaladores que saldrán hacia Chalten, en la Patagonia austral, donde permanecerán durante tres semanas todos juntos. Después, Buil se quedará a la espera de otros compañeros que llegarán a mitad de septiembre.


Cecilia Buil pretende escalar la Torre Standhart "si hay una ventana corta", de buen tiempo, y el Cerro Torre "si viene una ventana larga", explicó la escaladora oscense, algo que consideró "bastante improbable, aunque no imposible". Ahora es final del invierno en la Patagonia, y aunque el tiempo es muy malo como el resto de año, hay, en general, menos viento, que es el principal impedimento para escalar. "El aire en el cordón del Cerro Torre supera con frecuencia los 130 kilómetros por hora", detalla la directora del Equipo Nacional Femenino de Alpinismo. "También en invierno hay menos gente, por no decir que no suele haber escaladores en la zona y la sensación de aislamiento y soledad es mayor todavía en estas fechas", reconoce.


Su primer destino, la Torre Standhart, tiene 1.000 metros de desnivel desde su base y varias vías trazadas en su cara Este. Al parecer, esta orientación la hace más accesible desde el Chalten, lugar en el que se va a establecer el grupo de escaladores. Además, la Torre Standhart sólo tiene una ascensión invernal hasta la fecha, puntualiza Buil, que pretende regresar a España hacia el 8 de octubre. "Intentaremos escalar una vía bastante técnica, con dificultades de sexto grado en hielo", completa.


Su segundo reto es el Cerro Torre, cuya cara Oeste mira hacia el hielo continental, lo que la hace mucho más "aislada e inaccesible". La vía Ragni o Ferrari tiene 1.600 metros de desnivel, y transcurre enteramente sobre hielo y nieve que es más vertical en la parte de arriba.


Ambas torres tienen un característico 'hongo' en la cima que hay que superar "cavando un agujero", y que constituye un obstáculo difícil, explica Cecilia Buil. "Incluso en muchas ocasiones ha sido impedimento para alcanzar la cumbre", apostilla la alpinista que en 2008 se desplazó al glaciar de Tokositna, Alaska, donde abrió una nueva vía a cumbre virgen (Punta 3246, Corredor NE, Alaska 3, 700 metros, 50/70º).