PAUNER, A LA VUELTA DEL MANASLU

"El Everest con oxígeno lo sube hasta mi abuela"

El montañero aragonés espera conseguir sus cuatro últimos ochomiles dentro de los próximos "tres o cuatro años". Le faltan los dos más bajos, Sisha Pangma y Gasherbrum II, el cuarto más alto, Lhotse, y la cima del mundo, el Everest.

Carlos Pauner
"El Everest con oxígeno lo sube hasta mi abuela"
EFE

El montañero jacetano Carlos Pauner, que holló el pasado 1 de octubre el Manaslu (8.163 metros) su décimo ochomil, señaló que de los cuatro que la faltan para alcanzar las catorce cimas más altas del mundo, el Everest (8.848) tendrá que prepararlo con especial dedicación aunque con oxígeno "lo sube hasta mi abuela".


"Sé que puedo hacerlo con oxígeno y no me dice nada. El reto es subirlo sin oxígeno, algo que sólo lo han conseguido unos sesenta alpinistas. Es una montaña más cercana a los nueve mil metros que a los ocho mil y por eso es principalmente una prueba orgánica porque no tienes que abrir huella o poner cuerdas porque ya están", manifestó.


El montañero jacetano junto a su compañero Javier Pérez pasó reconocimiento médico en el Hospital Clínico de Zaragoza en el que no se han producido "cambios significativos" con respecto a anteriores expediciones.


Pauner y Pérez se sometieron a una tomografía de coherencia óptica (TCO) que fue normal, según señaló el oftalmólogo Javier Ascaso quien puntualizó que "se aprecian sutiles cambios" en algunos campos de la retina y que deberán tratar de correlacionar con los estudios psicológicos que hacen y el sometimiento que tienen por la hipoxia en altura y las condiciones en un medio hostil en el que desarrollan su labor.


Al respecto de su proyecto de hollar los catorce ochomiles, de los que le faltan los dos más bajos, Sisha Pangma (8.027) y Gasherbrum II (8.035), el cuarto más alto, Lhotse (8.516), y la cima del mundo, el Everest, Pauner situó en un plazo de "tres o cuatro años" el concluirlo.


"La media que sale es de uno al año por lo que será en tres o cuatro años, pero no será en dos. Lo que tenemos que hacer es no confiarnos y tener un punto de suerte", dijo.


También reconoció que a la altura del proyecto en el que se encuentra "no se paraliza", ya que eso es algo que se plantea cuando se han ascendido cinco o seis pero ahora es cuando "apuras más, no quedan los más complicados y estoy convencido de que los completaré".


Pauner señaló que todavía no tiene planificado el futuro, aunque reconoció que "ahora no me apetece ir al Everest porque necesita una preparación especial" y señaló que la primavera de 2011 vuelva a intentar el Lhotse, donde sufrió un edema cerebral en 2008, y trataría de encadenarlo con el Gasherbrum II.


Por su parte, la doctora María Antonia Nerín que siguen recabando datos para el estudio interdisciplinar de la respuesta de los montañeros que someten a su organismo a "situaciones extremas, como Pauner que el día de cima en el Manaslu estuvo diecisiete horas sin parar y ver cómo responden".


También realizan pruebas de resolución de problemas que al regreso es "más lenta" o la repercusión que tiene su estancia y sus esfuerzos en altura "sobre el sistema nervioso central y el organismo".