MILAGROSA RECUPERACIÓN

Cáceres, pendiente del castigo a sus agresores

El ex jugador del Real Zaragoza espera conocer la sentencia que condene a dos de sus atacantes, para los que se pide 35 y 38 años de prisión.

Fernando Cáceres, emocionado, junto a sus hijos
Cáceres, en silla de ruedas y sus agresores con las penas en suspenso
EFE

Los adolescentes que atacaron al ex futbolista argentino Fernando Cáceres hace casi un año fueron encontrados ayer penalmente responsables del delito cometido y podrían ir a prisión a partir de noviembre, cuando la sentencia quede firme.


El ex defensor del Zaragoza, el Celta y el Valencia, que jugó también en River, Boca e Independiente y en la selección argentina de fútbol, había sido asaltado en la madrugada del 1 de noviembre de 2009 en la localidad de Ciudadela, en los suburbios de Buenos Aires, cuando conducía su automóvil junto a una mujer.


En un intento por robarle el automóvil, Cáceres recibió un disparo en la cabeza que ingresó por uno de sus ojos. Su estado era desesperante cuando fue trasladado al hospital Carrillo. Durante dos meses estuvo hospitalizado, buena parte del tiempo en coma, y fue objeto de varias operaciones, hasta que empezó a recuperarse.


Los médicos consideraron que su despertar fue "milagroso". De pronto se movía y podía comunicarse. Sin embargo, un año después, el ex deportista de 41 años está todavía en silla de ruedas. "Puedo caminar con ayuda, voy mejorando, aunque lo hago poco a poco", admitió en estos días. "Es una recuperación muy lenta, pero no tengo prisa. Si estoy delicado puedo recuperarme al 100%", confió.


Cáceres admitió que a veces se pone muy mal por lo que le ocurrió, y por el tiempo que lleva de tratamiento. Tras los dos meses en el Hospital Carrillo, fue derivado a una clínica de rehabilitación neurológica, Fleni, adonde permaneció por algunas semanas realizando una terapia física intensa a comienzos de este año.


Actualmente realiza una rehabilitación ambulatoria. En unos 20 días, volverá a ser intervenido quirúrgicamente para la colocación de una placa en la cabeza, donde todavía tiene alojado el proyectil. Luego, su proyecto es viajar a Cuba para un tratamiento más intensivo de rehabilitación que le permita volver a caminar solo.


El sábado, días antes de que se conozca el veredicto sobre sus agresores, Cáceres fue el centro de un partido homenaje entre veteranos de Argentina y Uruguay, realizado en un estadio en la localidad de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires, al que asistieron unas 6.000 personas.


El encuentro marcó el regreso del ex director de la selección argentina, Diego Maradona, que hacía dos años que no jugaba y anotó dos goles. Cáceres estaba visiblemente emocionado. En la silla de ruedas, junto a sus hijos, recibió una placa que le entregó Diego tras el partido.


"Los argentinos no se merecen vivir con miedo", declaró Maradona, que casi no había vuelto a aparecer en los medios desde que renunció a seguir liderando al seleccionado albiceleste tras el fracaso de su participación en la Copa del Mundo en Sudáfrica.



Esperando una sentencia

En vísperas de la lectura de la sentencia, su familia manifestaba una gran expectativa. El fiscal había pedido 35 y 38 años de prisión para los dos adolescentes acusados de tentativa de homicidio y otros delitos conexos. Pero los agresores tenían apenas 17 años cuando perpetraron el crimen. Otro de los atacantes, autor material del disparo, tenía 15 y fue eximido del proceso por ser menor de 16.


Los médicos habían recomendado que Cáceres no vaya a presenciar el dictamen judicial. "Se pondría muy nervioso", explicó uno de sus hermanos, Eustaquio. Tras conocer el fallo, que todavía no fija el tiempo de condena, la familia consideró que el veredicto igual no alivia la pena de ver al ex jugador postrado en su sillón, requiriendo de ayuda para todos sus movimientos.