NUMANCIA 0 - 2 REAL ZARAGOZA

Buenas vibraciones

El equipo aragonés se lleva el trofeo Caja Duero, que sirve de presentación al conjunto soriano.

Un momento del partido en Soria
Buenas vibraciones
TONI GALÁN / A PHOTO AGENCY

El Zaragoza se volvió a llevar un año más a sus vitrinas el trofeo Caja Duero, que sirvió al Numancia para presentarse ante su afición y a la que dejó, por momentos, un buen sabor de boca, a falta de afinar planteamientos y materializar goles.


El Zaragoza se sintió más cómodo en la segunda parte, cuando la condición física del Numancia bajó un peldaño, pero sobre todo supo rentabilizar mejor sus ocasiones, una faceta en la que el equipo soriano tendrá que seguir mejorando.


El Numancia transmitió de entrada buenas sensaciones a su afición, en esa filosofía importada por su nuevo entrenador Juan Carlos Unzué del Barcelona de Guardiola. Salida del balón desde atrás, con los laterales muy adelantados y los centrales abiertos, y con Nagore bajando para conducir el ataque; y presión arriba para recuperar cuanto antes el balón.


Con esta filosofía, el Numancia sacó los primeros aplausos de su parroquia y acumuló posesión de balón en la primera mitad, ante un Zaragoza que se vio superado en este tiempo.


Pero el sistema tiene sus riesgos y se encargó de demostrarlo el Zaragoza. Nico Bertolo avisó con un lanzamiento de lejos tras superar la presión de Nagore; y Kevin falló acto seguido un gol cantado, tras romper la defensa numantina por la izquierda.


El Numancia se rehizo y multiplicó las ocasiones ante la meta de un Doblas muy inseguro en el juego con los pies. Un error suyo no fue aprovechado por Diego Antón.


Y el gol llegó... pero en la portería de Eduardo. Un balón perdido por el centro, entre Nagore y Boris, fue aprovechado por Nico Bertolo para encarar a Culebras y cruzar el balón al fondo de las mallas.


El Numancia, que había hecho méritos para adelantarse en el marcador, tuvo el empate en la cabeza de Barkero, pero se llenó de balón tras un centro medido de Nano desde la banda izquierda y, en otro remate de Boris, a saque de esquina, en el que se pidió penalti.


En la reanudación, el recién incorporado Marco Pérez, arrancando en posición dudosa, selló la victoria zaragocista, demostrando la potencia de su zancada y cierto temple para superar con un ligero toque a Lafuente.


El Numancia lo intentó, pero su defensa adelantada tuvo muchos problemas en los balones interiores, en los que el Zaragoza se sintió a gusto.