Dieciocho jornadas después del arranque de la temporada en la Segunda División, Braulio marcó gol. A chicharro cada 1.620 minutos sale la cuenta. En Primera División, en el Getafe, el año pasado los dividendos le resultaron un poco más favorables a la estadística de Braulio Nóbrega. Solo un poco más favorables: marcó tres golitos durante todo el curso liguero. Eso sí, el delantero consiguió perforar el portal del Bayern de Múnich, en la épica eliminatoria del conjunto que gestionaba Michael Laudrup. La estadística siempre aparece abierta a lecturas parciales. Cuestión de perspectiva. Perspectiva favorable para Braulio en 2009, donde ha anotado un gol en los 90 minutos consumidos hasta la fecha, los del pasado sábado en el campo del Albacete. A pesar de esta sensible mejoría porcentual, Braulio no se mostraba ayer, al menos en un principio, del todo satisfecho. Tal vez porque la victoria se escapó en el último suspiro. “El partido me deja un sabor agridulce. Es mi primer gol del año, pero no logramos los tres puntos, que era lo que interesaba. El año 2009 empieza bien en lo particular, aunque pude haber marcado algún gol más el sábado. Una oportunidad muy clara de marcar me la quitó el defensa, y en otra no tuve la tranquilidad suficiente para rematar un muy buen pase que me envió Oliveira”, se arrancó ayer Braulio Nóbrega.

El delantero canario abundó en detalles sobre el resultado, sobre el punto sumado y los dos que se escurrieron en la gélida noche manchega. “En el vestuario también había un sabor extraño, agridulce por el marcador. El empate no nos supo bien, pues íbamos ganando. Quizá influyó la jugada desafortunada del penalti en los últimos minutos. Al fin y al cabo, creo que se perdió una gran oportunidad para sumar tres puntos. Con los resultados que se dieron en los encuentros del sábado, siendo que el Salamanca y el Xerez no ganaron, pudimos haber dormido como líderes. Se perdió una buena oportunidad para coger el liderato, de eso no cabe ninguna duda. Pero la temporada nos dará más oportunidades, pero no hay que dejarlas pasar. Fallamos muchas ocasiones de gol ante el Albacete, y eso se acaba pagando”, reiteró Braulio.

Felicitaciones

Su reflexión final estuvo orientada al gol logrado en el estadio Carlos Belmonte, un tanto de enorme valía moral para un delantero que todavía no se había estrenado en un partido oficial con el Real Zaragoza. Y también a la necesidad de rentabilizar goles como el del sábado, que hubieran tenido valor triple de no haber mediado el error garrafal de Chus Herrero. “El equipo jugó para ganar. En la segunda mitad estuvimos algo más espesos, pero fuimos superiores. En el apartado individual, me he quitado un peso de encima. Necesitaba marcar, necesitaba el gol. Los delanteros vivimos de los goles. De los primeros que me felicitó fue mi hijo. Ya me había dicho que iba a marcar. También Doblas me dijo a lo largo de la semana pasada que iba a marcar contra el Albacete. Por eso fui a celebrarlo con él. He ido de menos a más. El gol marcado al menos sirvió para algo. El punto de ayer -por el sábado- podemos hacerlo bueno si le ganamos al Salamanca la próxima semana. Ese tambien es un encuentro muy importante en nuestro futuro”, concluyó Braulio.