COPA CONFEDERACIONES

Brasil sufre y responde con grandeza

Estados Unidos, 2 Brasil, 3


Estados Unidos: Howard, Spector, Onyewu, DeMerit, Bocanegra, Dempsey, Clark (Casey, min. 87), Feilhaber (Bornstein, min. 74), Donovan, Altidore (Kljestan, min. 74) y Davies.


Brasil: Julio César, Maicon, Lucio, Luisao, Andre Santos (Dani Alves, min. 66), Gilberto Silva, Felipe Melo, Ramires (Elano, min.


66), Kaká, Robinho y Luis Fabiano.


Árbitro: Martin Hansson (Suecia). No concedió un gol a Kaká en el minuto 60. Tarjetas amarillas a Bocanegra, Felipe Melo, Andre Santos y Lucio.


Goles:

1-0. Minuto 9. Dempsey remata un centro de Spector desde la derecha. 2-0. Minuto 27. Donovan culmina un contraataque perfecto.

2-1. Minuto 46. Luis Fabiano, a la media vuelta.

2-2. Minuto 73. Luis Fabiano, tras una gran jugada de Kaká y un rechace del larguero.

2-3. Minuto 84. Lucio, de cabeza, tras un saque de esquina de Elano.


Incidencias: Final de la Copa Confederaciones, disputada en el estadio Ellis Park de Johannesburgo. Lleno. La FIFA rindió homenaje en los prolegómenos al camerunés Marc-Vivien Foé, fallecido en pleno partido durante la Confederaciones de 2003.


No se le hubiera perdonado a Brasil un fracaso de tal calibre frente a Estados Unidos. La pentacampeona mundial y defensora del título no podía permitir ser humillada por los americanos, por mucho que hayan progresado en el fútbol y aunque acabasen con España en las semifinales. También sufrieron los brasileños ante los representantes del 'soccer', pero en su caso respondieron con grandeza en la trabajada lucha por su tercera Copa Confederaciones.


Ganó el gran favorito, pero EE UU se puede marchar muy orgullosa de Sudáfrica. La selección brasileña que pelea con la española por el trono mundial tuvo que remontar dos goles de los americanos, que soñaron con la gesta durante más de una hora. Hasta que Kaká, con una magnífica jugada culminada por el 'Pichichi' Luis Fabiano, dio origen al empate de la 'canarinha' y destrozó toda la fuerza mental que hasta entonces había tenido Estados Unidos, que no murió antes porque lo evitó su portero. Incluso en el minuto 60 no se le concedió un gol a Kaká que traspasó la línea de gol, cuando Estados Unidos ya se tambaleaba y rezaba por otro milagro que no se podía producir por la clase, el oficio, y el orgullo que sacaron a relucir los brasileños. El respeto al que tanto había apelado antes de la final, se lo ganó la 'canarinha' con su demostración ante un digno equipo americano que llegó de carambola a semifinales, y sorprendió a España con defensa, físico y contraataque, pero no pudo sobrevivir a las ofensivas del campeón.


Estados Unidos se ganó el derecho a aspirar a otro milagro, pero intentar firmar una hazaña de tales proporciones también iba a necesitar mucha suerte. Y EE UU la tuvo para abrir el marcador, con un remate afortunado de Dempsey, y con las cinco paradas que tuvo que hacer Howard en el primer tiempo, dos de ellas ante remates de Robinho, que quiso hacer la guerra por su cuenta, mientras Kaká y Luis Fabiano apenas entraron en juego en la primera parte y cuando lo hicieron se vieron enredados en una maraña defensiva. Pero los americanos también fueron en ese periodo valientes, y en su segundo gol volvieron a demostrar que han estudiado este deporte, con un contraataque de manual, al primer toque, hasta que Donovan culminó la espectacular jugada con una definición precisa, como un delantero de los grandes. Y eso que Brasil, al contrario que en las semifinales frente a Sudáfrica, no salió a especular ni a jugar a expensas del rival. Cierto es que la 'canarinha' de Dunga se siente mucho más cómoda a la contra, porque con el balón en su poder se atasca, y mucho más frente a una selección que a base de presión y despliegue defensivo acaba con la paciencia de cualquiera. Salió Brasil concienciada de lo mucho que se jugaba a mandar, dueña del balón, pero muy pronto se vio golpeada. La primera que tuvieron los yanquis, la metieron.


Quedaba todo el partido por delante, pero a Brasil le entraron las prisas, y mientras tenía sus oportunidades abortadas por el portero estadounidense, también pasaba sustos, y no sólo a balón parado. Cada contraataque de los de las barras y estrellas ponía en alerta a la defensa liderada por Lucio, que no podía incorporarse alegremente al ataque como es habitual en él. Brasil quería espacios para poder ofrecer su talento, velocidad y contundencia ofensiva, pero EE UU no se los permitía. Con su potencial físico, cuando tenían que defender, defendían con orden, sin perder la posición, y cuando se decidían a atacar, lo hacían con efectivos.


No con tanta clase como los brasileños, pero sí con un fútbol bastante aceptable.Y a la hora de responder, de manera magistral, con la jugada que dio lugar al 2-0. Lo que le estaba dando la victoria era su efectividad arriba y su guardameta, que no se cansó de parar, aunque la 'canarinha' abusaba de lanzamientos desde media y larga distancia.


Asedio absoluto

 

En el momento que más daño hace, y en uno de primeros despistes defensivos de los americanos, Luis Fabiano recortaba diferencias. A partir de ahí aquello fue un asedio absoluto, con Estados Unidos echada atrás para intentar defenderse de las acometidas de una 'seleçao' que no podía permitirse una tregua. Bradley y los suyos se asustaron ante la ofensiva brasileña. No era para menos, porque cada ataque olía a gol. Poco antes de otra intervención salvadora de Howard, hubo hasta un 'gol fantasma' de Kaká. El portero sacó el cabezazo picado del 'crack' madridista de dentro antes de que pegase en el larguero. Kaká y sus compañeros protestaron el gol que debía haber subido al marcador, pero el árbitro no se echó atrás.


El cuarto árbitro ya no tenía el vídeo que utilizó en el polémico penalti en el último minuto que dio a Brasil la victoria ante Egipto. Daba igual.




Todo apuntaba a que tarde o temprano caería el empate, porque Brasil no dejaba de insistir, aunque antes de la igualada Julio César se llevó un par de avisos. Fue lo único que tuvo Estados Unidos en esa segunda parte de color totalmente auriverde. Dunga echó entonces más dinamita con Dani Alves y Elano. Faltaba por ver una jugada decisiva de Kaká, y se produjo, con su impresionante zancada, llegando hasta la línea de fondo, para que Luis Fabiano marcase su segundo tanto tras un remate al larguero de Robinho. Con los americanos entregados, Brasil no perdió los nervios, y a balón parado, lo que también le ha salvado a Brasil en esta Confederaciones, Lucio se elevó entre la defensa para hacer justicia, aunque Estados Unidos se puede despedir con la cabeza muy alta.