"El Ayuntamiento ha cumplido"

Manuel Blasco, consejero municipal de Fomento y Deportes, se defendió ayer de los reproches del presidente del Real Zaragoza, Agapito Iglesias, quien el pasado martes aseguró que nunca había recibido "ayuda de instituciones o del Ayuntamiento" y que no se han cumplido los compromisos que se acordaron cuando compró el club zaragozano, hace ya más de cuatro años.

Mientras el empresario soriano amenaza con "judicializar la compra del club", desde el Ayuntamiento de la capital aragonesa abogan por la sabiduría de una máxima que ha prevalecido desde tiempos inmemoriales: la unión hace la fuerza.

"Lo importante ahora es sumar, no restar. Tenemos que crear firmemente un proyecto zaragocista que tenga solución", afirmó Blasco, quien también quiso aclarar el estado del nuevo campo de fútbol, uno de los compromisos pendientes a los que hizo mención Agapito Iglesias. "El Ayuntamiento trabaja ahora con el Real Zaragoza en un gran estadio que mejorará el actual, tal como se verá en el estudio de viabilidad que presentaremos dentro de poco", aclaró el consejero. De hecho, el alcalde Juan Alberto Belloch, en su última entrevista con el presidente de la Federación Española, Ángel Villar, ya le planteó que la ciudad dispondría de un estadio para pujar como sede el Mundial.

Además, Blasco quiso dejar claro el apoyo incondicional del Consistorio a la entidad zaragocista, algo que el propio Agapito puso en duda. "No nos parecen justas las críticas al Ayuntamiento. Llevamos muchos años poniendo unas instalaciones municipales a su servicio y hemos cumplido con todos los compromisos que teníamos con el Zaragoza", explicó el consejero de Fomento y Deportes, que quiso zanjar la polémica abierta por el presidente del club, quien el día anterior había cargado contra el Cosistorio: "Hay un juicio pendiente sobre la recalificación de las oficinas y, al día siguiente de comprar el Zaragoza, las obras del estadio se paralizaron".

Por su parte, Blasco aseguró que el bloqueo de la recalificación es un asunto que no depende del Ayuntamiento, sino del Real Zaragoza y de sus demandantes.