El Balonmano Aragón afronta el último partido de la Liga Asobal con la tranquilidad de haberse asegurado la permanencia en la penúltima jornada, por lo que el objetivo del encuentro de mañana contra el Benidorm es disfrutar de un partido sin la presión que ha acompañado al equipo durante toda la campaña.

El conjunto del que es entrenador-jugador Demetrio Lozano consiguió el objetivo de continuar una temporada más en la elite del balonmano español tras derrotar en el derbi de la jornada anterior al Bada Huesca. La victoria acabó con un año de mucho sufrimiento, en la que, incluso, se vio desahuciado al terminar la primera vuelta.

Sin embargo, fue capaz de creer que el milagro era posible y al final lo hizo realidad y consiguió la permanencia con una jornada de antelación. Por ello, la visita al conjunto alicantino supone el premio de disfrutar, por primera vez, de un encuentro sin presión y sin la obligación perentoria de tener que ganar.

Además, la intrascendencia de los puntos puede propiciar que jugadores que han tenido un papel más secundario en la consecución de la permanencia puedan disfrutar de más minutos en terreno levantino, aunque en ningún caso eso vaya a suponer que el Balonmano Aragón renuncie a intentar lograr la victoria para cerrar la temporada de una manera brillante, con una segunda vuelta excepcional.

Para este encuentro el conjunto zaragozano contará con la baja del extremo derecho Quique Camas que esta semana ha sido intervenido quirúrgicamente de la rotura del ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda.

El partido, correspondiente a la trigésima y última jornada de la Liga Asobal, se disputará mañana, a partir de las 16.15 horas (horario unificado), en el Palau Esports L'illa de Benidorm de la localidad alicantina con arbitraje de los colegiados Fernández Pérez y García Rodríguez (Federación Andaluza).