balonmano

Bada Huesca, tres partidos y 2.400 kilómetros en una semana

Los oscenses visitan el martes al Cangas en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey y el jueves al Bidasoa, ya en la Asobal, antes de recibir el domingo al Valladolid.

El Bada Huesca entrenó en la tarde de este lunes en Cangas, donde juega el martes.
El Bada Huesca entrenó en la tarde de este lunes en Cangas, donde juega el martes.
BM Huesca

Se subió al autobús en la madrugada de este lunes y prácticamente se puede decir que ya no se va a bajar de él hasta la del viernes. El Bada Huesca afronta una semana que comprende las visitas del martes al Cangas, en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey, y la del jueves al Bidasoa, correspondiente al partido aplazado de la primera vuelta de la Asobal que tenía pendiente, y que se rematará el domingo con el recibimiento al Valladolid en el Palacio de los Deportes dentro de la jornada 18. Más allá de la exigencia que los oscenses se encuentren dentro de la pista, solo las dos primeras citas ya implican cerca de 2.400 kilómetros en autobús, en concreto 2.388.

El equipo llegó este lunes al mediodía a Cangas de Morrazo (Pontevedra), donde el martes a partir de las 20.30 deberá hacer bueno el 30-29 de la ida para poder alcanzar la fase final. En cuanto concluya el encuentro, emprenderá el viaje de vuelta con la idea de poner pie en Huesca el miércoles sobre las 10.00 y tras haber sumado 1.860 kilómetros, 930 por trayecto. Por la tarde entrenará y el jueves se desplazará a Irún donde le aguarda el Bidasoa. Saldrá a las 14.00 y estará de regreso a la 1.00 del viernes. Serán otros 528 kilómetros. Aunque el club estudió la opción de no volver a casa entre un compromiso y otro, finalmente se descartó.

“Tenemos que tomarnos la semana como si fuese un Europeo o un Mundial. Es decir, estando metidos en competición permanentemente”, señala su técnico Jose Nolasco, que más que en lo físico se quiere centrar en el apartado mental. “Los jugadores lo que quieren es jugar”, recalca y por ello los pocos entrenamientos con los que va a contar serán de recuperación.

La atípica situación ante la que se encuentra el Bada la explican la covid y las estrecheces del calendario. El duelo en tierras vascas debería de haberse celebrado antes de Navidad, pero la aparición de positivos en el Bidasoa forzó a moverlo de fecha. El mismo motivo, en esta ocasión por los cinco contagios detectados en el vestuario oscense, hizo que el choque de Cangas no se pudiese disputar el miércoles de la semana pasada. Entonces, aunque la Federación Española aceptó el aplazamiento, puso como condición que se reprogramase con el jueves que viene como día límite.

La semana va a implicar un abrupto reencuentro con la competición. No en vano, el primer cruce de la eliminatoria con los gallegos, celebrado el 2 de febrero, representa hasta la fecha el único partido oficial de los oscenses en dos meses. La cita supuso la reanudación de la temporada tras el parón por el Europeo, pero a ella le sucedieron las cancelaciones de la posterior visita del Granollers, por casos covid en sus filas, la del duelo de vuelta con el Cangas y el desplazamiento a Torrelavega que debería de haberse producido el sábado pasado.

Para preparar la semana, el Bada solo ha contado con un entrenamiento colectivo, el domingo después de que todo el equipo diese negativo en un test de antígenos. “Hemos recuperado a los cinco positivos y al lesionado Marcelo por lo que aunque no estén al 100% podremos repartir las cargas”, expone Nolasco. Son baja Sergio Pérez y Mosquera, que siguen en el dique seco. “La de Cangas es una final en la que tendremos que hacer muy bien las cosas, será un partido en el que su afición apretará y que servirá de piedra de toque para saber si podemos jugar con esa presión. Después, con el Bidasoa y el Valladolid, tenemos que sumar el mayor número de puntos posibles”, fija como metas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión