La selección nacional absoluta masculina de balonmano ya se fija en Croacia, escenario del Europeo 2018 (entre el 12 y el 28 de enero), torneo en el que España es la actual subcampeona. Y la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm) ha pensado en Zaragoza como punto de concentración del equipo que gestiona Jordi Ribera para preparar la cita. El grupo se encontraría en la capital aragonesa, en principio, del 25 al 31 de diciembre, y el pabellón Siglo XXI será la instalación elegida para preparar el apartado técnico y físico.

La Territorial aragonesa es la que está llevando los contactos con el principal estamento de este deporte. Y ayer recibió el espaldarazo de la sociedad Zaragoza Deporte, cuyo consejo de administración se reunió y apoyó la presencia de los Hispanos. Un respaldo que lleva unida una petición a la entidad que preside Francisco Blázquez: que el pabellón Príncipe Felipe acoja en junio un partido de la selección, que será clasificatorio para el próximo Campeonato del Mundo, que se celebrará conjuntamente en Alemania y Dinamarca en el año 2019. Así, Zaragoza volvería de nuevo a los titulares con un encuentro de primer nivel.

Desde la inauguración del Príncipe Felipe, la afición amante del balonmano ha tenido la posibilidad de disfrutar con el mejor balonmano. Supercopa, Copa Asobal, Copa del Rey, Campeonato de España de selecciones autonómicas, torneos de base... En 2001 se pudo ver por primera vez en la capital del Ebro a España en un Torneo Internacional, que reunió también a España, Egipto, Noruega e Islandia.

El 7 de junio de 2008, el emblemático recinto zaragozano acogió el duelo de selecciones entre España y Grecia, un choque clasificatorio para el Mundial de Croacia de 2009 que tuvo acento local (32-24). Y sería otra cita mundial, la de 2013, la que encumbraría a Zaragoza y a España, que se coronó como la mejor del planeta.

La capital aragonesa guió a la selección que entonces preparaba Valero Rivera en el torneo que arrancó el 11 de enero. Fue la sede en la que se celebraron los partidos del grupo C (Serbia, Eslovenia, Polonia, Corea, Bielorrusia y Arabia Saudí). Y la afición, que llenó el Príncipe Felipe, también asistió a dos partidos de octavos de final y dos de cuartos –la ciudad con más presencia del campeonato– con el concurso de España en ambos duelos. Primero se deshicieron los Hispanos de Serbia (20-31), y en el choque en el que sellaron su pase a las semifinales contra Alemania (28-24), 10.416 aficionados llenaron el coliseo zaragozano y llevaron en volandas a la Roja hacia los metales en una noche memorable y para el recuerdo.