"Jamás olvidaré la imagen del Príncipe Felipe lleno frente al Magdeburgo"

Ricardo Arregui, presidente del BM Aragón entre 2003 y 2008 recuerda los mejores momentos del club.

Arregui, presenciando la final ante el Magdeburgo.
Arregui, presenciando la final ante el Magdeburgo.
O. Duch

Fundado en 2003 con Ricardo Arregui como presidente y ascendido a la Liga Asobal solo dos años después, con Fernando Bolea en el banquillo, el BM Aragón tocó techo de forma prematura en la campaña 2006-2007, cuando se proclamó subcampeón de la Copa EHF. Los zaragozanos habían accedido a la segunda -la máxima es la Liga de Campeones- competición europea tras quedar séptimos en España, y pronto se ganaron el respeto del viejo continente.


"Para nada imaginábamos lograr la clasificación para la EHF en nuestro primer año de Asobal. Hay que entender que el nivel del balonmano español era mucho más alto que en la actualidad, puesto que las ayudas institucionales y privadas permitían confeccionar plantillas de vértigo", recuerda Ricardo Arregui, y subraya lo "complicado" que resultaba finalizar en los puestos punteros.


En su debut europeo, el Aragón se vio las caras con el ASK Riga (Letonia), conjunto al que doblegó en una eliminatoria a doble partido disputada entre el 4 y el 11 de noviembre de 2006. Seguidamente, en octavos de final, se deshizo del Dunaferr (Hungría) de Lazslo Nagy; y, en cuartos y semifinales, los rivales fueron Bidasoa Irún y Skjern (Dinamarca), respectivamente. "Sufrimos muchísimo para llegar a la finalísima. Creo recordar que la diferencia con el Skjern fue de un solo gol, pero gracias al apoyo de la afición lo conseguimos", celebra Arregui.


En la final, que también se disputó a doble partido, esperaba el Magdeburgo, gran favorito al título. La ida se saldó con empate (30-30) y en la vuelta los alemanes se impusieron por 31 a 28. "Jamás olvidaré la imagen del Príncipe Felipe lleno hasta la bandera para recibirles. Veo imposible que se repita algo así. La comunión entre la grada y los jugadores fue algo espectacular", señala emocionado, y lamenta el desenlace de la eliminatoria: "Jugamos bien en los dos encuentros, pero, lamentablemente, el arbitraje sufrido en Alemania terminó de hundirnos. Estoy muy orgulloso de aquellos chicos".


Ortega, Zaky, Doder o Sorli lideraban un plantel que, en opinión del expresidente, destacaba por su solidez. "Me quedo con el conjunto. No brillaban las individualidades, y cada uno conocía perfectamente su rol. Estaban muy comprometidos y eso creó un ambiente maravilloso", ensalza.


Tras aquella hazaña, el Aragón aun fue capaz de alcanzar las semifinales de la Copa EHF en varias ocasiones, y también en Copa Asobal y Copa del Rey firmaron grandes actuaciones. En Liga, el mejor resultado fue el quinto puesto conseguido en dos temporadas (2011-2012 y 2012-2013) consecutivas, cuando la crisis económica ya sacudía con fuerza al deporte. "Afortunadamente, me tocó vivir los mejores años. Me despedí en 2008 y vi el cambio desde la distancia. Seguí como socio, pero la agonía no es comparable", valora Arregui, y entiende que "no es justo que el fútbol acapare todas las ayudas institucionales".


Por ello, concluye afirmando que, tal y como está la España actual, al BM Aragón no le queda otra que volver a empezar: "Sin la colaboración del Gobierno autonómico ni de patrocinadores, el proyecto no podía seguir adelante. Es triste, pero la única solución es partir desde categorías menores para intentar que en el futuro este gran club recupere su esplendor".

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