"Nadie se hace millonario jugando al balonmano"

Amadeo Sorli no pierde la esperanza en el BM Aragón.

Amadeo Sorli no pierde la esperanza en el BM Aragón.
Amadeo Sorli no pierde la esperanza en el BM Aragón. aránzazu navarro
Aránzazu Navarro

Deporte de élite se asocia siempre con dinero, con fama... Usted lleva dos décadas en el deporte de élite...

La fama y el dinero yo creo que están relacionadas con el fútbol. El balonmano es otra cosa, pese a los grandes éxitos de la selección española o a las conquistas internacionales del Barça y antes del Ciudad Real.


En Zaragoza también hubo un tiempo en el que hubo dinero en el balonmano...

Hay que relativizar lo del dinero. Nadie se hace millonario jugando al balonmano. Todos los jugadores, los que conseguimos llegar a la élite y los que no, hemos tenido muchísima afición. En los años del CAI Aragón sí hubo dinero para hacer un gran equipo. Incluso llegamos a jugar una final europea. Pero después, cuando llegaron los problemas económicos, también se vivieron situaciones muy duras de compañeros en el vestuario.


¿De necesitar dinero hasta para lo básico?

Los jugadores de Zaragoza teníamos la familia cerca, pero había jugadores de fuera con hijos, con familia que mantener... Se vivieron situaciones muy problemáticas. Afortunadamente, hubo solidaridad y compañerismo para salir adelante. Y, pese a estos problemas, ese año logramos la mejor clasificación en Asobal.


También tuvieron que viajar en condiciones precarias.

No había dinero ni para el autobús. Viajábamos en furgonetas. Comíamos en Zaragoza y marchábamos para jugar esa misma noche en León, Irún o Sagunto... Imagínese cuando el equipo rival veía salir de la furgoneta a Alberto Val, que mide más de dos metros...


Menos mal que nos lo tomamos con buen humor, Amadeo...

El caso es que hasta les ganamos. Pese a todo, nunca dejamos de competir al máximo. Fue precioso luchar contra todas las adversidades. También ha habido momentos maravillosos en todo este tiempo.


Este tiempo son 20 años. Si un día alguien quiere escribir sobre las últimas décadas del balonmano aragonés, lo tiene muy sencillo: contar la vida de Amadeo Sorli.

Son 20 años en la élite, pero comencé a jugar mucho antes en Maristas. Curiosamente, en principio quería jugar al baloncesto, pero acabé jugando al balonmano.


Esa anécdota no la sabía...

Mi mejor amigo, Daniel Ortego, jugaba al baloncesto, y a mí también me gustaba. Pero me fui a apuntar al equipo de baloncesto y ese día no fue el entrenador...


¡Bendita ausencia!

Me quedé en el patio esperando a mi padre. Ese día entrenaba el equipo de balonmano. Me apunté y hasta hoy. Tenía seis años.

Desde los seis años...

En Maristas hay una gran tradición. Tuve buenos entrenadores, como Luis Pedrero, Carlos Palomero o Míchel Martín. Me citaron para la selección española juvenil. Allí coincidí con David Davis, Marc Amargant y Alberto Entrerríos. En Zaragoza, al acabar mi etapa juvenil, pasé de Maristas al Casablanca Garbel. Ascendimos muy rápido a la Asobal. Estuvimos dos años en la élite. Cuando bajamos, yo tenía 24 años. Pensé en fichar por el Bidasoa o el Teka, pero al final me quedé en el Plasneón. Entró la CAI como patrocinador y dimos un salto increíble.


Más que increíble, maravilloso. En dos años, se pasó de jugar en División de Honor B a disputar la final de la Recopa de Europa con el Magdeburgo.

Jugar al lado de Arrhenius, Ortega, Zaky... Es un tiempo que no se me puede olvidar.

No se nos puede olvidar a nadie. Ningún equipo de la élite aragonesa ha logrado (ni se ha aproximado...) en el siglo XXI a algo semejante a lo que el CAI Aragón hizo: jugar una final europea.


Guardo momentos imborrables de ese día. Como el gol de contragolpe que sacó Pablo Hernández, palmeó Ibai Cano y finalicé yo. Incluso ahora, cuando veo vídeos deportivos con mi hijo, Daniel, que tiene cuatro años, me gusta esa jugada.


Y a quién no...

Con Ibai me pasaba como me ocurre ahora con Toño Cartón: sin mirarnos, el uno ya sabe lo que va a hacer el otro. Hemos jugado tanto tiempo juntos...


Ahora luchan por otros objetivos.

Vamos a intentar salvarnos. Quiero retirarme con el BM Aragón salvado en la Liga Asobal. Este año ya le dije a mi mujer, Ana, que me retiraba. El año pasado hicimos una segunda vuelta sensacional.


Pero estaba Eduardo Acón...

Su fallecimiento el verano pasado fue un golpe durísimo para todos. Lo conocía de toda la vida en Maristas. Como presidente del BM Aragón, se volcó con nosotros. Siempre nos arropó, siempre tuvimos su aliento. Conocía perfectamente el balonmano y a los jugadores de balonmano. Fue fundamental en la salvación del año pasado. Este año lo vamos a intentar para dedicárselo a él.

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