Hay victorias y victorias. Victorias a secas y victorias con apellido, esto es, con valor añadido. Ayer, después de cinco años en la Asobal, el CAI Aragón derrotó por primera vez en Zaragoza al Valladolid. El deseo de la primera vez... Años atrás cayeron el Barça, el San Antonio cuando era el Portland y el Ademar. El Ciudad Real queda como único gigante por derribar en la inmortal ciudad. Además de este indiscutible valor simbólico, la preciosa noche de otoño tomada por el invierno dejó extraordinarios réditos en la cuenta naranja: el CAI superó a un rival directo y consolidó su campo base en la montaña de la Asobal para atacar la cima. Por plantilla y por equipo (parecen lo mismo, pero no son igual), el Valladolid es el tercer club de España. Visto lo visto ayer, el CAI Aragón está capacitado para conquista esa cota. Jordi Ribera, Manolo Cadenas y la sorprendente muchachada del San Antonio también tienen mucho que decir, pero anoche quedó absolutamente claro que el conjunto aragonés se ha declarado creyente.

El partido se fue y se vino hasta caer a la vera del CAI Aragón tras 60 minutos repletos de balonmano excelente. Vencieron los naranjas porque se mostraron más regulares y, sobre todo, porque sin ser probablemente mejores sí supieron ser mejores en la fase procesar del careo, esto en los minutos finales. Antes de llegar al minuto 55 con empate a 29, hubo vaivenes continuos en el marcador. Salió a la carrera el CAI (10-5, minuto 15), pero Pastor detuvo el partido. Giro copernicano, exhibición de juego de primer nivel mundial, un gigante y una ametralladora al hombro (Bilbija): 14-15 al descanso.

En la reanudación, Pastor siguió proponiendo balonmano fetén (14-19, minuto 34). Los papeles se cambiaron. Ortega pidió tiempo muerto. Del corro brotó la mejor versión del CAI Aragón del curso. Demetrio Lozano le volvió a mentir a su DNI, Casanova se puso el puñal entre los dientes, Cartón sacó el bisturí, y Val y Prendes echaron abajo la fortaleza pucelana. Hasta Pablo Hernández marcó un gol desde su portería... De lujo. Pastor volvió a dar otro volantazo al partido (23-23, minuto 45) y sacó al ruedo a Svensson. No es el de los viejos tiempos del inolvidable Elgorriaga Bidasoa, ni el del ‘Dream Team’ del Barça, ni el de la Suecia imperial de Wislander; pero sigue parando un montón. Él solito mantuvo al Valladolid en el marcador ante un CAI Aragón que lo estaba bordando. Y llegados al minuto 55, lo mejor: saber competir mejor que un equipo de Champions los minutos de la verdad. Ni Svensson ni nadie detuvo al conjunto aragonés, que firmó un soberbio parcial 6-2 que no deja lugar a la duda: Ciudad Real y Barça al margen, el CAI Aragón le puede ganar a cualquiera; CAI Aragón y Barça al margen, decía, nadie es mejor que el CAI Aragón.

Ficha técnica

35 CAI Aragón Iñaki Malumbres (p), Jorge Maqueda (5), Alberto Val (3), Fredrik Larsson (1), Demetrio Lozano (8), Vukasin Stojanovic (5), Josep Masachs (3) -siete inicial-, Amadeo Sorli (2), Ivan Stankovic (-), Gabor Grebenar (1), Sergio Ruiz Casanova (2), Carlos Prendes (2), Toño Cartón (2) y Pablo Hernández (ps, 1).

31 Cuatro Rayas Valladolid José Manuel Sierra (p), Eduard Fernández (3), Havard Tvedten (2, uno de penalti), Christoffer Rambo (-), Marko Krivokapic (1), Guillaume Joli (6, uno de penalti), Davor Cutura (-) -siete inicial-, Asier Antonio (-), Delgado Ávila (-), Ángel Romero (3), Eduardo Gurbindo (2), Óscar Perales (6), Nenad Bilbija (8) y Tomas Svensson (ps).

Parciales: 3-0, 5-3, 9-5, 10-9, 12-11, 14-15 (descanso), 15-19, 17-20, 23-23, 26-25, 29-29 y 35-31.

Árbitros: Juan José Gude Prego y Carlos Javier Gude Prego (Comité de Euskadi). Excluyeron a Malumbres, Maqueda, Grebenar, Prendes (2); Fernández (2), Asier Antonio, Tvedten y Joli.

Incidencias: duodécima jornada de la Liga Asobal. Alrededor de 2.500 espectadores en el pabellón Príncipe Felipe.