JORNADA 9: BM TORREVIEJA 33 - 33 CAI BM ARAGÓN

El CAI extravía un punto

El conjunto naranja empata un partido que tenía ganado. Lamentable arbitraje de los aragoneses Muro Sanjosé y Rodríguez Murcia, que le dieron vida a un Torrevieja que estaba derrotado.

El CAI Aragón desperdició una ventaja de nueve goles en Torrevieja.
El CAI extravía un punto
PEDRO ETURA/A PHOTO AGENCY

El empate destila sabor contradictorio. Ni la dulzura de la victoria ni la amargura de la derrota. Empató ayer el CAI Aragón en Torrevieja un partido que dominaba con absoluta claridad por nueve goles a falta de apenas un cuarto de hora. Si no hubiera mediado un hogareño arbitraje, diría que perdió un punto el CAI. Contando con el latrocinio arbitral, en el momento de redactar esta crónica tengo serias dudas de si la desaparición del punto se debió más a la negligencia en el cumplimiento de las obligaciones del técnico y los jugadores del CAI Aragón o al hurto de los colegiados Muro Sanjosé y Rodríguez Murcia, curiosamente, también aragoneses. Alonso Quijano ayer no cabalgó por La Mancha, sino por las salinas de Torrevieja.


Hubo tres cuartos de hora de juego excelente del CAI Aragón. Movía muy bien el conjunto aragonés, que encontró una mina en la esquina derecha. El asturiano Cartón se mostró especialmente acertado, transformando en gol cuantas pelotas le entregaban en el rincón. Especialmente generoso se mostró Maqueda que, además de disparar, también progresa como asistente. El Torrevieja hacía la goma en el marcador alimentado por la sabiduría de su entrenador, el viejo zorro navarro Manolo Laguna. La primera ruptura sensible llegó en el minuto 15. Apareció Pablo Hernández en el ruedo y detuvo seis bolas de forma consecutiva. El CAI Aragón rentabilizó la coyuntura favorable para alcanzar el descanso en clara ventaja (13-18). La reanudación nada nuevo aportó, al menos en su primer cuarto de hora. Masachs sustituyó a Cartón como extremo zurdo y como brazo ejecutor del CAI Aragon. Con 20-28, el partido parecía resuelto.


He dicho parecía. Laguna pidió tiempo muerto y ordenó una defensa suicida. Un 4-2 con dos hombres jugando a mitad de pista. Los árbitros ayudaron mucho a Laguna y al Torrevieja. Las faltas las hacían los alicantinos y las exclusiones las recibían los zaragozanos. De traca. Las descaradas manos de Muro Sanjosé y Rodríguez Murcia metieron en el partido a un Torrevieja que estaba muerto.


Una falta en ataque como la torre de La Seo de Borja pasada por alto, unos pasos de Pellitero, un par de codazos (me quedo corto) de David Cuartero, una falta en ataque de Prendes que no se la cree nadie... Y la cuenta bajaba: ocho, siete, seis, cinco goles... El pabellón se caía. La gracia de dos señores del barrio de San José de Zaragoza estaba a punto de pagarla carísima el CAI Aragón. Y la pagó, vaya si la pagó. Empató Pellitero a 31 en una carrera de costa a costa. Cartón no falló desde los siete metros. Maqueda elevó a dos goles la ventaja. Los árbitros le perdonaron la expulsión a Borja Fernández. En el siguiente ataque, Pellitero redujo la ventaja a la mínima expresión. Perdió la bola el CAI y, en el último ataque, Rochel igualó de penalti. Jugó mal los últimos minutos el CAI. Antes, Muro Sanjosé y Rodríguez Murcia resucitaron al Torrevieja en un loco cuarto de hora final.