El Magia Huesca superó con nota el primer test serio de la pretemporada ante un rival de su misma liga, el Força Lleida, que obligó a los peñistas a exprimirse para poder sumar la victoria, que fue más trabajada de lo que al final reflejó el marcador (87-72). El miércoles podrá haber revancha ya que ambos equipos se vuelven a enfrentar, esta vez en tierras catalanas.

Se nota que el renovado equipo de Sergio Jiménez se conjunta cada vez mejor y empieza a sobresalir la calidad de algunos refuerzos como Jankaitis (máximo anotador del partido con 22 puntos). Lafuente y Portález, los dos únicos que sobreviven de la exitosa última campaña, también parecen estar creciendo, el primero en aportación ofensiva (acabó con 17 puntos) y el segundo en solidez en la pintura. El mayor pero fue que los locales apenas pudieron correr el contraataque y su aportación ofensiva fue casi siempre en estático o desde los tiros libres.

En el primer cuarto, el Magia fue claramente de menos a más. Después de un inicio lleno de imprecisiones y de faltas por parte de ambos, la entrada de Álvaro Sanz resultó decisiva para que los peñistas endosaran un parcial de 9-0 que obligó al técnico visitante a pedir un tiempo muerto. A partir de allí el partido de igualó, pero los locales consiguieron mantener una ligera ventaja gracias sobre todo a la aportación ofensiva de Jankaitis, que anotó 7 puntos en este primer período.

El segundo comenzó con un triple de Capel que permitió al Peñas coger una renta de 9 puntos, pero el Lleida reaccionó y poco a poco consiguió reducir distancias aprovechando la sequía anotadora local (solo 3 puntos en cuatro minutos) hasta ponerse solo uno abajo, lo que hizo que Sergio Jiménez solicitara su primer tiempo muerto. No surtió el efecto deseado porque en la reanudación los visitantes consumaron la remontada (25-27). Sanz rompió el parcial de 0-11 con un tiro libre y a partir de allí taponó las heridas por las que se estaba desangrando apretando en defensa. A partir de allí, intercambio de canastas que solo desniveló un gran Portález dejando el marcador al descanso con 5 arriba para los oscenses (40-35).

A los dos equipos les costó arrancar a la vuelta de vestuarios, con más acierto el defensa que en ataque, que prácticamente se limitaba a la línea de tiros libres en ambos. Magia y Lleida iban haciendo la goma en el marcador con pequeños parciales a favor y en contra mientras unos y otros seguían acumulando faltas. Eso sí, pasado el ecuador del cuarto, los peñistas dieron un arreón con un parcial de 14-0 (incluidos dos triples seguidos de Jankaitis y Lafuente) que les dio la máxima diferencia hasta entonces del partido (+15).

El último cuarto comenzó con el Peñas corriendo por fin el contraataque y manteniendo ventajas en torno a los 15 puntos. Los locales se confiaron y bajaron la presión, propiciando que el Lleida se acercara en el marcador con un parcial de 0-6. Sergio Jiménez intentó cortar la reacción con un tiempo muerto y los jugadores se volvieron a poner las pilas para que la diferencia no bajara de esa psicológica barrera de los diez puntos.

Ficha del partido

Magia Huesca (87): Motos (5), Lafuente (17), Jankaitis (22), Fontet (6) y Gintvainis (4) -quinteto inicial-, Sanz (14), Gunjina, Portález (14), Malo y Capel (5).

Força Lleida (72): Rubin (8), Sevillano (9), Nevels (16), Mbaye (6) y Expósito (2) -quinteto inicial-, Bengada, Rivas, Peremarti, Rupnik (11), Hermet (4), Aventín (2) y Martí (12).

Parciales:  22-16, 18-19 (40-35 al descanso), 21-14 y 26-23 (87-72 final).

Incidencias: Tercer amistoso de pretemporada del Magia Huesca disputado en el Palacio de los Deportes antes 500 espectadores. Se guardó un minuto de silencio antes del inicio del partido por el reciente fallecimiento del abuelo del jugador peñista José Malo.