Una final en noviembre

El CAI necesita superar hoy al Estrasburgo, líder de la Eurocup, para no comprometer aún más sus opciones de acceder a la segunda fase del torneo

La plantilla del CAIZaragoza se entrena en el pabellón Príncipe Felipe
Una final en noviembre
Guillermo Mestre

El CAI probará este miércoles su verdadera solvencia (20.30, pabellón Príncipe Felipe). El conjunto aragonés recibe al Estrasburgo, líder del Grupo A, y lo hace con la imperiosa necesidad de conquistar la victoria. De lo contrario, los zaragozanos quedarían en una situación inquietante, de máximo riesgo, en la competición continental. La derrota supondría un paso en falso prácticamente irreparable: para seguir optando a la segunda ronda, el cuadro de Ruiz Lorente tendría que ganar entonces, obligatoriamente, el resto de sus compromisos internacionales. Un reto considerable cuando aún le aguardan otras citas de envergadura, como el partido contra el poderoso Brose Bamberg alemán, o el exigente desplazamiento a la pista del Reggio Emilia italiano. De ahí la importancia de superar este miércoles al cuadro francés.


Se trata de un partido crucial que emerge ahora, en pleno mes de noviembre, con la consideración de una final. De momento, el CAI ya se halla en una situación comprometida, tras haber sumado dos victorias en las seis primeras jornadas de la competición. Apenas queda ya margen de maniobra. El triunfo, y más jugando como local, es el único resultado válido ante los galos.


La empresa no es fácil. El Estrasburgo lidera la competición europea, con sólo una derrota en seis jornadas, y también gobierna con mano firme la Liga de su país, donde ha capturado el triunfo en ocho de sus nueve compromisos. Recientemente, los franceses se han reforzado con la contratación de Mickael Gelabale, quien se encontraba actualmente sin equipo tras haber abandonado el Khimki ruso el pasado verano. El alero -exjugador, entre otros, del Real Madrid y el Valencia-, cuenta con un palmarés de prestigio: actuó en los Seattle Supersonics, donde permaneció tres temporadas, y también ha pertenecido a Los Angeles Lakers y los Minnesota Timberwolves. Y colecciona un oro europeo y un bronce mundial con la selección francesa. Una incorporación de altura para un conjunto que, además, ya manejaba otros argumentos fiables en su plantilla.


De hecho, la principal amenaza de los galos se sitúa en la pintura, con la presencia de Ali Traore. En el presente curso, el pívot viene promediando 16 puntos y 5,8 rebotes por partido, para un 17 de valoración, aunque su juego se resiente notablemente a la hora de aplicarse en defensa. Pero el Estrasburgo también cuenta con valores muy fiables en su juego exterior. Sobre todo el base internacional Antoine Diot, quien ya dio sobradas muestras de su potencial contra los aragoneses, en el partido de la primera vuelta: alcanzó los 32 tantos de nota general, fundamentados en 26 puntos, 5 rebotes y 8 asistencias. El norteamericano Matt Howard, autor de la canasta decisiva en Estrasburgo (88-86), en la última acción de la prórroga; y su compatriota Louis Campbell, quien ya anotó 16 tantos frente a los zaragozanos, son las otras dos bazas ofensivas del cuadro francés.


Para aspirar a la victoria, el CAI debe mejorar las prestaciones de sus últimos encuentros. Hay tres aspectos, en este sentido, que debe resolver con la mayor prontitud. El primero atiende a su incapacidad manifiesta para cerrar el rebote defensivo, lo que aumenta las opciones de anotar de sus oponentes. Además, es un conjunto que se prodiga en las pérdidas de balón y que, por momentos, se desconecta del juego de una manera alarmante. Un claro ejemplo fue el partido del pasado domingo, contra el Estudiantes, a pesar de la victoria. En aquel encuentro, el CAI concedió 16 capturas ofensivas y acumuló hasta 20 pérdidas, lo que facilitó que los madrileños dispusieran de 26 tiros de campo más que los aragoneses. Con concesiones de tal magnitud, no habrá opción ante el Estrasburgo.