CAI Zaragoza

El temple del hombre sereno

Pedro Llompart, que terminó con 30 puntos de valoración, fue el gran artífice del triunfo que el CAI Zaragoza logró en Sevilla.

Llompart tomó la responsabilidad en los minutos finales
El temple del hombre sereno
EFE/RAÚL CARO

Llompart no se pone nervioso, porque sabe que es contraproducente. Tranquilo, el base del CAI Zaragoza afronta los últimos minutos del partido sabedor de que la cabeza más fría suele ser la que se lleva el triunfo al zurrón. Así lo demostró en Sevilla, donde fue el jugador más destacado del partido, finalizando con 30 puntos de valoración en su planilla individual.


En un equipo con problemas para cerrar los partidos, el armador mallorquín tomó toda la responsabilidad en los minutos finales, permitiendo que la moneda al aire saliese cara para los intereses zaragozanos.


Su partido, casi perfecto. De hecho, apenas un tiro libre fallado y un balón perdido afean su estadística. El resto, todo aciertos. Sorprende, eso sí, que no lanzara de dos puntos. Si que lo hizo desde el triple, con tres aciertos en tres intentos, y desde la línea de personal, lugar en el que sentenció a un Cajasol respondón. Los hispalenses, que no contaron con sus

dos estrellas por lesión, salieron contestones en el tramo final del encuentro. Claro que no contaron con el arma que tiene el CAI para esos instantes.


Los que lo conocen, tildan a San Pablo como el pabellón más frío de la Liga Endesa. No tanto por el ambiente que genera su afición, que en la mañana del domingo acudió en un número más bien escaso, si no por las características de su arquitectura. Sin embargo, en medio de la nevera sevillana, Llompart supo mantener su muñeca caliente cuando el partido más lo requirió. Así lo demuestra el hecho de que diez de los 13 últimos puntos de los rojillos llevaran su rúbrica.


No fue lo único que aportó, claro. En los cuatro minutos finales, Llompart, entre otras cosas, recuperó un balón, repartió una asistencia, cogió un rebote o anotó un triple que dinamitó el conato de remontada llevado a cabo por los locales. Amén de haber provocado cinco faltas personales. Todo un recital individual de aporte para el colectivo. El faro que tanto necesitaban los aragoneses para guiar sus finales más comprometidos.