Primera derrota del CAI Zaragoza. El conjunto aragonés, que hasta la fecha había enamorado gracias a su baloncesto colectivo y altamente competitivo, jugó su peor partido y cayó en Valencia por 83-73. En líneas generales, fue un choque malo. Protagonizado por una retahíla de pérdidas y errores en la que los zaragozanos salieron peor parados. A pesar de que las rentas a favor de los taronjas raramente superaron los 10 puntos de ventaja, lo cierto es que nunca hubo sensación de que el choque se pudiera saldar con triunfo visitante. Una mala mañana que debe ser la excepción en la temporada rojilla.

Desde el inicio se pudo observar que no iba a ser un encuentro cómodo para ninguno de los dos contendientes. Con la imprecisión por bandera, la primera canasta tardó en llegar más de dos minutos. Fue obra de Rudez, desde la línea de personal. Un pincelada de lo que posteriormente iba a acontecer.

Los hombres de José Luis Abós llegaron a Valencia con la lección aprendida. Frenar el potencial interior de los locales, hasta entonces en equipo que más reboteaba en aro contrario, era la prioridad. Algo que, medianamente, se logró. Dejando, eso sí, otras facetas igualmente importantes al descubierto. Sobre todo aquellas que concernían a la propia concentración de los zaragozanos cuando el balón estaba en su posesión. Hasta 18 pérdidas de los aragoneses contabilizó la estadística. Unos números inaceptables para un equipo que pretende plantar cara a todos los equipos de la competición.

Tras conseguir imponerse en el primer cuarto (17-18), el partido comenzó a escaparse en el segundo. Fue el momento en el que apareció Pau Ribas, el único hombre despierto en la gran siesta colectiva que se estaba viviendo en la Fonteta. El escolta catalán, que anotó 10 tantos en el segundo periodo, suplió a la perfección la ausencia de última hora de Rafa Martínez, la metralleta habitual del Valencia Basket. En total, 27 puntos para el ex del Caja Laboral. La mayoría de ellos, logrados en momentos clave del encuentro.

En frente, solo Roll, que terminó con 17 de valoración, y Jones, como su socio prioritario en el bloqueo y continuación, daban la réplica. El partido del pívot norteamericano fue visto bajo lupa debido a la opción de corte que existe en su contrato. Una claúsula que finaliza este lunes, cuando se cumple un mes de militancia del poste en el club aragonés. Así, el interior firmó su actuación más destacada con el uniforme del CAI. Especialmente en ataque, donde anotó 14 puntos fallando únicamente un tiro de campo. Su debe, la defensa, especialmente una jugada en la que concedió a Faverani hasta tres oportunidades para anotar canasta.

Sin opción

El tercer cuarto rojillo fue para olvidar. Un carrusel de pérdidas, fallos y equivocaciones que hicieron de la confusión el estilo desarrollado sobre el parqué. Algo que, en cierta parte, se intentó subsanar al inicio del último tiempo. Tras una bronca de Abós, que atónito presenciaba la inexplicable empanada de los suyos, el CAI logró un parcial de 0-8 que le devolvía de nuevo en el partido.

Lamentablemente, la reacción quedó en mero espejismo. Ribas, quién si no, anotó dos triples consecutivos que no encontraron respuesta en aro contrario. Sintomática fue la acción en la que los zaragozanos se quedaron sin lanzar a canasta tras agotarse el tiempo de posesión con el balón en las manos de Aguilar. Doellman, hasta entonces totalmente desaparecido, se unió elevando el hueco abierto hasta los 11 puntos. Una distancia que ya solo sería reducida en un punto. 

Ficha técnica:

83 - Valencia Basket (17+21+21+24): San Miguel (2), Ribas (27), Pietrus (-), Doellman (9), Lishchuk (7) -cinco titular- Markovic (7), Keselj (8) , Faverani (8), Dubljevic (8) y Lukauskis (7).

73 - CAI Zaragoza (18+17+16+22): Van Rossom (5), Roll (16), Rudez (7), Aguilar (8), Norel (9) -cinco titular- Jones (14), Stefansson (5), Llompart (6) y Topper (3).

Árbitros: García González, Pérez Pérez y Cardús. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis antes 7.000 espectadores.