El Tecnyconta roza la gesta

El equipo aragonés cae en la prórroga ante el Baskonia, uno de los mejores equipos de Europa. Los zaragozanos contaban con una renta
de cuatro puntos a 20 segundos del final.

Robin Benzing intenta anotar ante Tillie, durante el partido de ayer en Vitoria.
El Tecnyconta roza la gesta
Adrián Ruiz de Hierro/ Efe.

El Tecnyconta se quedó a escasos centímetros de la victoria. El desenlace resultó inmerecido, doloroso y cruel. El cuadro aragonés, sostenido de nuevo por Jelovac (30 puntos, 33 de valoración), completó una de sus mejores actuaciones de la temporada contra el Baskonia, uno de los equipos más imponentes de la competición, y en el Buesa Arena de Vitoria, un escenario históricamente adverso. Sin embargo, dobló la rodilla en la prórroga, tras realizar un desgaste físico formidable, ante un rival que se empleó con mayor templanza y acierto en los instantes decisivos. Casadevall no pudo alinear a Gecevicius, su máximo anotador, ni tampoco a Sergi García ni Miki Servera. Tres ausencias, todas ellas en el perímetro, que recortaron aún más las rotaciones del Tecnyconta; pero el equipo aragonés volvió a exhibir orgullo y carácter, tuvo fases de brillantez colectiva, y acumuló méritos suficientes para haber conquistado el triunfo.


El equipo zaragozano se manejó con descaro y seguridad durante 40 minutos, y mereció un triunfo de rango mayor. Incluso dispuso de un lanzamiento de Jelovac, ya sobre la bocina, que hubiera inclinado el partido a su favor (87-87); pero el tiro de Jelovac, muy presionado, ni siquiera tocó el aro y el encuentro necesitó de la prórroga para resolverse.


Antes, a un minuto del final, los aragoneses contaban con una renta de cuatro puntos (83-87), que neutralizaron los vascos con un poco de fe y muchísima fortuna. Primero, Larkin redujo distancias con una penetración, a 20 segundos de la conclusión del tiempo reglamentario. Después, el Tecnyconta desperdició su ofensiva: Bellas sacó de banda, Benzing recibió el balón con muchas dificultades, y Hanga metió la mano con rapidez para recuperar la posesión. En el siguiente ataque, el Baskonia tuvo muchos problemas en la circulación y, de hecho, a punto estuvo de perder la pelota ante la presión de los zaragozanos; pero el balón le cayó a Larkin, quien forzó la falta de Benzing en una penetración. Yel americano mostró mano firme y nervios de acero: igualó la contienda desde la línea de personal, con dos certeros tiros libres, a sólo dos segundos para el final del partido.

Cansancio y ansiedad

En la siguiente acción, Jelovac erró su lanzamiento, ya sobre la bocina, y el duelo se encaminó a la prórroga. Y ahí, en el tiempo extra, el Tecnyconta se vio permanentemente superado: se precipitó en sus decisiones, víctima de su propia ansiedad, y claudicó sin remisión tras haber realizado un desgaste sobresaliente. Todo se vino abajo en la prórroga, donde se impusieron la desesperación, la ansiedad y la impaciencia. En el deporte, el factor anímico es un valor fundamental. Y los zaragozanos, al margen del cansancio acumulado, afrontaron el tiempo extra abatidos, desanimados, muy afectados por las últimas acciones. Y tras un parcial adverso de 6-0, ya no hubo concentración, ni ritmo, ni intensidad, ni perseverancia, ni fuerzas para cuestionarle la victoria a su adversario. Además, Bellas se marchó al banquillo tras cometer su quinta falta personal.


En los cinco minutos de la prórroga, los aragoneses anotaron una sola canasta en juego, obra de Fotu, más tres tiros libres de Stevan Jelovac. Mientras, la aportación de Beaubois (22 puntos) resultó decisiva para el triunfo de los vascos. El francés inició el duelo con una desatino inusual desde el perímetro (1 de 7 en triples), pero emergió con fuerza en los compases más comprometidos. Primero, con tres aciertos consecutivos desde la línea de 6,75, que igualaron la contienda a cinco minutos del final. Y en el tiempo extra, con cuatro puntos seguidos que acabaron definitivamente con la resistencia de los zaragozanos.  


Hasta la prórroga, el Tecnyconta había protagonizado una actuación sobresaliente en Vitoria, uno de los escenarios más dificultosos del panorama continental. Lo hizo con una defensa sólida y tenaz, de permanentes ayudas, que dejó sin respuestas al Baskonia durante la primera media hora. El equipo vasco, muy exigido, no encontraba soluciones para el planteamiento de Andreu Casadevall; una zona 2-3, perfectamente ejecutada, que dio importantes réditos a los zaragozanos. El Tecnyconta, muy seguro de sus fuerzas, fue por delante en el marcador durante la mayor parte del choque. Llegó a disponer de rentas de hasta nueve puntos, ya en el último cuarto (66-75), con todos los jugadores sumando en diferentes facetas del juego. Pero el Baskonia reaccionó en el último instante, de la mano Hanga y Beaubois, y prolongó una temporada más la maldición del Buesa Arena: allí, en Vitoria, el Tecnyconta ha doblado la rodilla en sus nueve compromisos oficiales. Ayer, por fin, estuvo muy cerca de modificar la tendencia; pero el infortunio le apartó del triunfo, en el último instante, de manera inmerecida y cruel.

Ficha técnica:

Parciales: 18-25, 27-17, 17-25, 25-20 y 14-15 (101-92).

Árbitros: Antonio Conde, Jorge Martínez Fernández y Juan José Martínez Díez. Eliminaron por faltas personales a Tomás Bellas (min. 40) y a Johannes Voigtmann (min. 45).

Incidencias: Partido celebrado en el Buesa Arena ante 9.134 espectadores.

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