Con la permanencia asegurada y con el final de la temporada a la vuelta de la esquina, Andreu Casadevall ha insistido en que el partido que el domingo enfrentará al CAI Zaragoza con el Baloncesto Sevilla en el Príncipe Felipe suponga una bonita despedida ante la afición de un ejercicio irregular y decepcionante.

“El equipo no tiene que perder la cara y tenemos que salir con concentración para sumar el mayor número de victorias que podamos (quedan dos encuentros). El calendario no es fácil pero este partido es el último ante nuestra afición y estamos en la obligación de trabajar y jugar al 200 por cien para sacar adelante el encuentro”, ha afirmado el técnico.

Ni los aragoneses ni los andaluces ponen más en juego que su orgullo y la posibilidad de subir algún puesto en la clasificación. Sin embargo, el preparador catalán ha transmitido a sus jugadores la necesidad de dejar un buen sabor de boca a la masa social de la entidad.

El rival no pondrás las cosas fáciles. El conjunto dirigido por Luis Casimiro ha firmado una gran segunda vuelta que le ha permitido abandonar la zona de descenso y situarse en una más tranquila, en la antesala del 'play off'.

Casadevall ha explicado este cambio tan positivo: “Están muy activos en defensa, con mucha agresividad, cerrando los espacios. Y luego en ataque juegan con mucha confianza: siempre buscan el 'extra pass', donde pueden meter el balón dentro para generar ventajas, jugar balones aéreos a Balvin y Jordan… Es un equipo que con las nuevas llegadas ha ido creciendo con el paso de las jornadas”.

En la rueda de prensa también ha surgido el nombre de Jordan Swing, inédito en los últimos cuatro partidos del CAI. “La idea era que pudiese entrar contra el Valencia, pero hay momentos y situaciones en los que, según quién esté en la pista, crees que puede estar más o menos físico y no vi el momento de meterlo. La intención es que pueda contar con la oportunidad que no ha tenido en los últimos cuatro partidos”, ha justificado Casadevall.