El CAI de España, el CAI de Europa

Los rojillos muestran dos caras muy diferentes en la Liga Endesa, donde no levantan cabeza, y en la Eurocup, en la que generan ilusión.

Casadevall da instrucciones a sus jugadores, durante el partido ante el Galatasaray
Casadevall da instrucciones a sus jugadores, durante el partido ante el Galatasaray
G. Mestre

Si el CAI Zaragoza de la Eurocup pudiera enfrentarse al CAI Zaragoza de la Liga Endesa, pocos lo dudarían a la hora de apostar por el ganador. Igual que hay jugadores que brillan en un club y fracasan estrepitosamente en otro o equipos que nunca fallan ante un determinado rival, la trayectoria del conjunto rojillo durante esta temporada es algo difícil de explicar.


Mientras en Europa el CAI funciona, gana bastantes más partidos de los que pierde y logra enganchar e ilusionar a la afición, en la competición doméstica no se encuentra a sí mismo, está en la zona baja de la clasificación y sus seguidores ya han dado casi por perdida la temporada, pues la Copa del Rey ha pasado de largo y las opciones de entrar en el 'play off' cada vez son más remotas.




El equipo aragonés solo ha ganado cinco partidos de los 18 que ha jugado en la Liga Endesa, mientras que en la Eurocup ha logrado el doble de victorias (10) que de derrotas (5). Es decir, en la competición continental gana un 66'6% de sus encuentros, frente al 27,7% de la nacional. Con los mismos jugadores y el mismo entrenador, el CAI obtiene resultados muy diferentes según juegue uno u otro torneo.


¿Cómo se explica esta diferencia? Las estadísticas pueden dar una primera pista. Los porcentajes de acierto son casi idénticos en ambas competiciones y en los puntos a favor tampoco hay una gran diferencia: en la Liga Endesa anotan 78'39 puntos de media, frente a los 77,33 de la Eurocup. Sin embargo, en los números defensivos la situación cambia. En la competición europea no solo atrapan más rebotes (39 por partido, frente a 35), sino que reciben cinco puntos menos de media (75,86) que en la ACB (80,83), una diferencia que aún podría ser mayor sin esa sorprendente paliza en Estambul, en la que el CAI acabó el partido con 103 puntos en contra.


Pero la explicación a este enigma también se puede buscar en factores tan intangibles como el estado de ánimo, la confianza o la motivación. En una competición de objetivos a corto plazo como es la europea, el CAI Zaragoza logra que su cara más competitiva se imponga a la falta de instinto asesino que ha demostrado en numerosas ocasiones en la Liga Endesa, en la que los rojillos han dejado escapar partidos que estaban prácticamente ganados. La irregularidad, aunque ha existido, y fue palpable en el partido de ida ante el Galatasaray, también ha sido mucho menor que en la ACB.


El partido de este miércoles fue totalmente diferente al de Estambul, y también un buen ejemplo de cómo cambian el CAI y su entorno en función de lo que hay en juego. El equipo de Casadevall logró materializar la intensidad defensiva en la que ha insistido el técnico desde su llegada a la capital aragonesa, e incluso secó la anotación de un rival poderoso como el conjunto turco, que en el segundo cuarto solo anotó 13 puntos y en el tercero, 8. Además, al contrario de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, logró mantener un buen nivel durante todo el duelo y no se confió cuando logró una renta importante, un defecto que le ha llevado a perder más de un encuentro.

Un ambiente excepcional


Pero la diferencia también estuvo en el juego, en la alegría, y hasta en la grada. La afición responde cuando el equipo demuestra compromiso y le ofrece algún motivo para ilusionarse, y esto se notó tanto en el ambiente como en la asistencia.





Aunque durante algunos partidos de la competición continental la asistencia ha sido mucho más baja, este miércoles el Príncipe Felipe fue el pabellón que más espectadores reunió en toda Europa, con 7.243 aficionados. Una cifra a la que solo se acercó el EA7 Emporio Armani Milan-Alba Berlín, con 7.000 personas, y muy superior a la del resto de canchas: 5.364 en el Strasbourg-Herbalife Gran Canaria, 5.220 en el Neptunas Klapeida-Aris de Salónica o 5.000 en el duelo turco entre el Trabzonspor Medical Park y el Pinar Karsiyaka Izmir. Este dato también supuso la mejor entrada de la temporada en el pabellón zaragozano, y el ambiente que se vivió en la grada, sin duda, ayudó al equipo a mostrar su mejor versión.

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