baloncesto
Casademont Zaragoza: una cantera que nutre a los grandes
Los mejores clubes de España se han aprovechado en los últimos años del trabajo del club zaragozano en las categorías de formación. Además, Vit Krejci se marchó en 2021 a la NBA tras haber pagado su cláusula de rescisión.
Sigue la fuga de canteranos en el Casademont. El club aragonés concede oportunidades en la élite a sus jóvenes valores, pero su filosofía –en principio un motivo de orgullo– también conlleva un riesgo considerable para la entidad: se expone a perder a sus mejores activos, y además sin haberlos disfrutado apenas sobre la pista. Sucedió en su día con Sergi García (2017), Jaime Fernández (2018), Carlos Alocén (2019), Jaime Pradilla (2020) y Vit Krejci (2021).
En todos estos casos, el Casademont Zaragoza se resistió a quedarse sin sus jugadores; pero nada pudo hacer ante la capacidad financiera de sus oponentes, que acabaron abonando las respectivas cláusulas de rescisión. Ahora es Aday Mara quien, salvo imprevisto, abandonará en los próximos días la plantilla aragonesa, después de haberse formado desde infantiles en las categorías inferiores del club. El mercado y su reiteración cíclica.
La última salida atiende aún a Vit Krecji, quien se desvinculó del Casademont el 3 de septiembre de 2021, tras haber abonado los 400.000 euros de su cláusula de rescisió, para inmediatamente después firmar con Oklahoma City Thunder. El escolta había sido elegido por los Washington Wizards en el Draft de 2020, en el puesto 37 de la segunda ronda, pero la franquicia traspasó después sus derechos a Oklahoma. En el último ejercicio, el checo ha competido con Atlanta Hawks.
Krejci llegó al Casademont Zaragoza en 2014, todavía en edad infantil (13 años), para participar en la Minicopa Endesa. Y tras jugar aquella edición del torneo junto a otras perlas de la cantera -Carlos Alocén, Raúl Lobaco y Jaime Pradilla-, el club se quedó definitivamente con el checo, quien pasó posteriormente por todas las categorías formativas de la entidad hasta alcanzar la primera plantilla.
Por su parte, Jaime Pradilla abonó los 300.00 euros de su cláusula, para firmar por el Valencia Basket, en el verano de 2020. El ala-pívot, campeón de Europa con la selección española absoluta, fue captado por los levantinos tras haber completado grandes actuaciones en la Fase Final de la Liga Endesa.
Un año antes, el Casademont ya había sufrido un revés considerable con la pérdida de Carlos Alocén, quien había respondido muy por encima de las expectativas generadas en su primera temporada como jugador profesional. El club blanco formalizó el fichaje del base en julio de 2019, después de haber abonado la cláusula de rescisión del jugador.
Y aunque Alocén continuó un año más en Zaragoza –actuó con los aragoneses durante el curso 2019-2020, en calidad de cedido por el Real Madrid–, aquella maniobra volvió a retratar la debilidad de los equipos modestos para impedir la fuga de sus jóvenes talentos. Alocén se marchó por sólo 150.000 euros. Su cláusula era muy baja en el primer curso –se iba incrementando notablemente en los años posteriores– por el contexto en el que se firmó. Fue una imposición del representante del jugador, Quique Villalobos, en mayo de 2018, cuando se acordó la renovación del base.
Por entonces, el canterano ya era una de las piezas más cotizadas del baloncesto europeo, por lo que disponía de numerosas propuestas para abandonar la entidad. Y para retener a Alocén, el Casademont tuvo que aceptar algunas de las exigencias de su agente, entre ellas esa insignificante cláusula de rescisión en la primera campaña. De ahí que, tras una fulgurante irrupción del zaragozano en la élite, el Madrid optase por fichar ese mismo año al base, aunque fuera para cederlo posteriormente al club aragonés.
Meses atrás, los aragoneses ya habían sufrido otras dos pérdidas de envergadura. Uno de ellos fue Jaime Fernández, quien abandonó la entidad aragonesa en agosto de 2018, rumbo al Barcelona, por 180.000 euros. El ala-pívot regresó a la disciplina aragonesa en el verano de 2020, con la carta de libertad; pero en el último ejercicio ha competido con el Almansa, en la LEB Oro, tras haber finalizado su relación contractual con los zaragozanos.
Anteriormente, en una operación similar –aunque concretada a mitad de la temporada, en diciembre de 2017–, el Valencia se había llevado al canterano Sergi García por 300.000 euros. En este caso, la progresión del jugador se frenó drásticamente tras abandonar la entidad zaragozana. El base se hallaba en un momento emergente: con 20 años contabilizaba 54 encuentros en la Liga Endesa, todos ellos con el conjunto aragonés, y venía registrando 9,6 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias y 13 de valoración por partido en 20 minutos de juego; incluso acababa de ser internacional absoluto a las órdenes de Sergio Scariolo. Después de fichar por el Valencia, Sergi finalizó aquel curso cedido en el Manresa; jugó posteriormente en el Rasta Vechta alemán; fue contratado luego por el Baskonia y por el Morabanc Andorra; y ha actuado esta última temporada en las filas del Breogán.
