baloncesto
El Casademont Zaragoza planta cara al Unicaja pero se queda sin premio (70-74)
El equipo aragonés perdió ante uno de los mejores conjuntos del panorama nacional, tras un emocionante duelo que se resolvió en los últimos segundos.
El Unicaja se impuso en el pabellón Príncipe Felipe, tal y como dictaba la lógica, pero lo hizo con un sufrimiento inesperado (70-74), bajo un guión permanentemente cuestionado por el Casademont. El equipo andaluz, campeón de la Copa del Rey, clasificado ya para la Final Four de la Champions, acudió al careo en su mejor momento de la temporada, tras haber encadenado hasta ocho victorias consecutivas entre la Liga Endesa y la competición continental. Y ganó finalmente en Zaragoza, aunque tuvo que emplearse al máximo para lograr su propósito.
La colosal actuación de Perry, incontenible en la primera mitad, resultó capital en el desenlace del duelo. El base finalizó la contienda con 22 puntos en 26 minutos de juego, al margen de clarividencia en la dirección y de su sobresaliente desempeño defensivo. Pese a todo, el cuadro aragonés guardó ambiciones de triunfo hasta el último suspiro, impulsado por el talento ofensivo de Howard Sant-Roos. No tuvo premio, pero cayó con dignidad, tras haber emitido señales positivas en su juego.
Con este desenlace, y después de la victoria del Real Betis en Santiago de Compostela (67-82), el margen con el descenso se reduce a dos partidos, cuando restan cinco jornadas para el término de la fase regular. Al menos, el Casademont supera a los sevillanos en el ‘basketaverage’ particular, además de tener pendiente aún el compromiso de la jornada 28ª ante el Manresa.
En los primeros compases, el Unicaja se agarró al devastador acierto de Kendrick Perry, quien golpeó desde el perímetro con tres triples consecutivos. El Casademont, sin embargo, resistió con firmeza, con cinco tantos de Santi Yusta y un lanzamiento lejano de Howard Sant-Roos (8-9). Apenas habían transcurrido tres minutos de juego. Poco después, el cuadro aragonés se empleó con mayor vehemencia en las tareas defensivas, y su mejoría enseguida le proporcionó réditos: los andaluces tuvieron más dificultades para anotar, mientras que los zaragozanos sí generaron buenas situaciones bajo los aros. Un mate de Mekowulu le proporcionó al cuadro local su primera ventaja (11-9), ya en el ecuador del primer cuarto; y pese a la insistencia de Perry -11 puntos en los primeros 10 minutos-, y los locales supieron mantenerse por delante al cierre del acto inaugural (20-17).
Con las primeras rotaciones, el Casademont elevó sus prestaciones en los dos lados de la pista. Atrás edificó un muro sólido, sin apenas fisuras, y el Unicaja rebajó drásticamente su facturación: una sola canasta en los primeros cuatro minutos del cuarto. Un tramo improductivo que aprovecharon los aragoneses para edificar una renta de 9 puntos, con las canastas de Hlinason, Ponitka y Borisa Simanic (28-19).
El Unicaja tomó oxígeno con un triple de Will Thomas, pero el Casademont no de descompuso. Al contrario, era muy superior a su oponente en todos los órdenes del juego, lo que le permitió estirar aún más su ventaja, después de cinco tantos consecutivos de Borisa Simanic (34-22). Poco después, sin embargo, dilapidó su renta con una rapidez inesperada. La reacción de los visitantes llegó, cómo no, de la mano de Kendrick Perry.
El base protagonizó cinco acciones de mucho mérito, en los momentos más comprometidos de su equipo, para reducir distancias en el marcador. Primero convirtió un lanzamiento desde más allá del arco; luego culminó un rápido contragolpe, tras haber recuperado él mismo el balón; y posteriormente sumó otros dos robos, lo que evidenció que también se aplica en defensa con energía y tesón. Alcanzó el intermedio con 16 puntos -la mitad de los anotados por su equipo-, y un 80% de efectividad desde el perímetro: 4 triples convertidos en sus 5 intentos. Al descanso, el Unicaja se había situado a sólo seis tantos (38-32), pese a sus continuas desatenciones en las labores de contención.
La exhibición de Perry continuó después, con otros seis puntos facturados en los tres primeros minutos de la reanudación. Así, dos incisivas penetraciones del base, más dos aciertos desde la línea de personal, voltearon el marcador (42-43) ante un rival por entonces indeciso y timorato. La defensa del Casademont se había tornado frágil, muy permisiva, y los malagueños habían sumado hasta 18 puntos mediado el tercer cuarto. Fue Sant-Roos, con dos triples, quien salió al rescate de los locales (52-52).
En cualquier caso, el principal problema de los aragoneses se hallaba atrás, en su incapacidad para neutralizar los ataques de su oponente -los visitantes contabilizaron 26 tantos en sólo 10 minutos de juego-. Al menos, el cuadro de Fisac seguía aspirando decididamente al triunfo, a la media hora de juego, tras dos contundentes mates de Tryggvi Hlinason (57-58).
En el tramo definitivo, hubo un intercambio de golpes del que salió favorecido el Unicaja por su mayor talento y serenidad. Se manejó en ataque con más templanza y criterio, con las pausas preceptivas, sin precipitaciones, y además dispone de tiradores fiables para golpear desde cualquier posición. Apareció por fuera Kalinoski, con dos triples seguidos, y por dentro David Kravish y Will Thomas, muy activos en sus intervenciones, para inclinar el encuentro del lado andaluz.
Por el contrario, el Casademont fue un bloque por momentos anárquico en los momentos de fragor, y no halló buenas situaciones de tiro. Pese a todo, mantuvo sus opciones apelando al carácter y al orgullo, y agarrado también a la facilidad anotadora de Howard Sant-Roos (16 tantos). Yusta, con una penetración, colocó a su equipo a un sólo punto (70-71), cuando restaban 25 segundos para la conclusión. Pero el Unicaja no se desencajó, y el conjunto local no pudo doblegar a uno de los conjuntos más en forma del panorama europeo. El esfuerzo del Casademont se quedó sin recompensa (70-74).
