baloncesto

Porfirio Fisac eleva la amenaza ofensiva del Casademont Zaragoza

La incorporación del técnico ha mejorado los porcentajes del equipo en los tiros libres, los tiros de 2 y en los triples.

Porfirio Fisac, entrenador del Casademont Zaragoza.
Porfirio Fisac, entrenador del Casademont Zaragoza.
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Porfirio Fisac ha rearmado anímicamente al Casademont. El técnico se incorporó al banquillo zaragozano el pasado 20 de octubre, como sustituto de Martin Schiller, y ha recuperado la esencia competitiva de un equipo que, víctima sobre todo de su impericia ofensiva, transitaba irremediablemente hacia el descenso de categoría. Al margen de una deficiente planificación deportiva, muchos de los problemas de la plantilla atendían a una cuestión emocional, a un déficit de desconfianza que venía lastrando el rendimiento de los jugadores desde el inicio de la temporada.

Fisac, sin embargo, ha subsanado en un tiempo récord el enfermizo aspecto del equipo. Y el Casademont es ahora, por fin, un bloque fiable y competitivo, con una propuesta colectiva solvente, que además ha alimentado su autoestima con dos triunfos de relevancia: uno de rango mayor, frente al Real Madrid (94-89); y otro en Sevilla, contra el Betis (67-83), siete días más tarde, ante un rival directo en la lucha por la salvación. Fisac ha dotado al grupo de mayor orden, disciplina, compromiso, confianza y convicción, lo que ha mejorado su productividad en los lados de la pista; pero ha sido en ataque, sobre todo, donde el Casademont ha aumentado notablemente sus prestaciones. La amenaza ofensiva de los zaragozanos es ahora mucho mayor, tal y como evidencian las estadísticas.

En los primeros cuatro partidos, con Martin Schiller de entrenador, el cuadro aragonés se manejó con muchas dificultades en sus acciones de ataque por su juego lento, plano y previsible. Careció de ritmo, velocidad y fluidez para generar ventajas y obtener lanzamientos liberados, lo que se tradujo en bajos porcentajes de tiro. Con el austriaco, el Casademont facturó 73 puntos de media por duelo, una importante rémora para aspirar al triunfo ante cualquier rival.

Por entonces, el equipo aragonés era el segundo peor triplista de la Liga Endesa, con un 28,6% de efectividad, después de haber anotado 24 de sus 84 intentos. En este sentido, sus registro más bajo se produjo en Santiago de Compostela, en la jornada inaugural, cuando solamente convirtió 5 de sus 27 lanzamientos desde más allá del arco (19%). A#ello añadió, además, un desatino inusual en los tiros libres (14 aciertos de 27, un 52%) que facilitaron sobremanera el triunfo del Obradoiro (76-73).

Pero el desatino de los zaragozanos se prolongó después, en el improductivo desplazamiento a Gran Canaria (88-72), y también en las derrotas en casa frente al UCAM Murcia (64-81) y el Baskonia (83-97). El conjunto aragonés tampoco era fiable en los tiros libres: su eficiencia se reducía entonces a un 60% desde la línea de personal, tras haber convertido 60 de sus 99 intentos –el peor porcentaje de la competición–. El 19 de octubre, tres días después de claudicar ante los vascos, el Casademont despidió a Martin Schiller. El austriaco dejó tras de sí un equipo roto, desnortado, inestable, y sin rutinas ni automatismos en el capítulo ofensivo.

Fisac ha elevado la amenaza del Casademont, ahora mucho más productivo en todos los órdenes del juego. Y eso que ante el Fuenlabrada, cuando apenas acumulaba dos entrenamientos, el Casademont volvió a ofrecer guarismos negativos en el aspecto ofensivo. Sobre todo en el triple (6 de 21, un 29%) y desde la línea de personal (14 de 24, un 71%). Sin embargo, los jugadores pronto comenzaron a ejecutar correctamente el ideario del entrenador. 

Y se compitió en Badalona (89-84), en un duelo que necesitó de una prórroga para resolverse; y posteriormente se ganó al Real Madrid y al Betis, con una carta de tiro de más entidad. Frente a los blancos, ya exhibió un 81% de efectividad en los tiros libres (22 de 27), mientras que en Sevilla presentó un 48% de acierto en triples (14 de 29). Con Fisac en el banquillo, el Casademont promedia un 52% en los tiros de 2 (82 de 157), un 72% desde la línea de personal (59 de 83 y un 37% desde el perímetro (38 de 101).

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