homenaje a pilar valero
El último adiós de Zaga Zeravica a Pilar Valero
La emblemática entrenadora del Banco Zaragozano llora desde Belgrado la pérdida de "Pilarín", la mejor jugadora aragonesa de todos los tiempos, fallecida esta semana tras una larga enfermedad.
El dolor y las lágrimas por Pilar Valero brotan también en Belgrado. Allí, en la fría capital serbia, llora desconsoladamente Zaga Zeravica por la irreparable pérdida de la mejor jugadora aragonesa de todos los tiempos. A través de un sentido y emotivo texto, la emblemática entrenadora del Banco Zaragoza rinde homenaje a “Pilarín”, una jugadora “inolvidable” con la que contribuyó a conseguir el mayor hito del baloncesto aragonés: la histórica Copa de la Reina de 1990.
Esta es la carta íntegra que ha escrito Zaga Zeravica:
Estoy en Belgrado y, lamentablemente, no puedo despedirme de Pilarín, nuestra queridísima amiga, como pantera, hermana y la mejor jugadora de baloncesto aragonés.
Cogí un equipo escolar, “las niñas”, en las que siempre vi muchas ganas de trabajar. Empezamos en Salduba, en el Parque Grande, con pocos recursos y muchas ganas.
Pilar, Teresa Seco, Nines Gracia, Ana Simón, las hermanas Lahoz, Elena y Silvia, Inés, Ana... Perdonadme, chicas, ha pasado mucho tiempo pero os quiero a todas.
Nadie contaba con nosotras. Sin embargo, ganamos 19 de los 19 primeros partidos en la Segunda. Tuvimos que subir dos escalones para ascender y contra equipos que tenían categoría.
Las chicas, con mucho entusiasmo, llevadas SIEMPRE con Pilarín a la cabeza, con su energía (no sé de dónde salía, era como un palillo), su animosidad, su alegría, SIEMPRE con chistes y positiva.
En las gradas tenía "mi panadera, mi verdulera, mi peluquera, mis vecinas..." Siempre había gente de su barrio, con sus padres y hermano, animándonos.
Viajaban con nosotros, pagando para animarnos y celebrar con nosotras. Esto es UNA FAMILIA PARA SIEMPRE. Para no alargar, aunque podría contar anécdotas, voy a decir solamente que sin Pilar Valero ese equipo, de 1987 a 1991, nunca sería igual SIN PILAR.
Lloro y estoy muy triste. Todas ellas son como mis hijas. Las quiero y las querré mientras viva. Cuando se te va una hija duele muchísimo. Pilarín descansa en PAZ, hija mía, amiga y hermana de todos los que te queremos.
