baloncesto

El Casademont exhibe energía y gana con holgura al Fuenlabrada

El equipo aragonés se impone en el Memorial José Luis Abós (79-69).

Aday Mara mancilla el aro del Fuenlabrada.
Aday Mara mancilla el aro del Fuenlabrada.
José Miguel Marco

El Asvel Villeurbanne se quedó en tierra, allí en la afueras de Lyon. Las cosas de los controladores aéreos en Francia, que llevan tres días de huelga en el país vecino y todo un equipo de Euroliga, como el Asvel, se dio cuenta cuando iba a embarcar. Eso dijeron, al menos. Curioso lo de estos chicos franceses, a que sí... Ya verán como la selección de Francia no pierde el vuelo y se presenta esta noche en Berlín contra España en la final del Europeo... A que sí también... A ver si Scariolo y su gomina, los hermanos Hernangómez, Rudy, Lorenzo y nuestro Pradilla nos dan otra alegría. Ganar el Trofeo Ciudad de Zaragoza está guay, pero volver a ser campeones de Europa sencillamente sería maravilloso.

Todavía no hemos hablado del rival. Y eso está muy mal porque el Fuenlabrada se portó. Tras el escaqueo a la francesa del Asvel, el Fuenlabrada respondió a la llamada del Casademont como lo que es, un equipo señor. Con mejores o peores jugadores, con más o menos presupuesto, pero señores. Por eso se montaron en el autobús por la mañana y, en una jornada libre en su calendario laborar, se presentaron en Zaragoza y jugaron como mejor supieron, con muchísima dignidad e incluso con momentos de brillantez. Cayeron por 10, pero siempre estuvieron en el partido. No es poco después de haber perdido a su cerebro, el base Samar (Alba Berlín), y a su brazo ejecutor, el pívot Kyle Alexander (Valencia).

Aunque había huelga de controladores aéreos, el Casademont comenzó volando. Volando voy, volando vengo, y por el camino entretengo a la afición. Parcial 10-0 de salida ante un Fuenlabrada que parecía que acababa de bajarse del autobús. Tres minutos les costó anotar a los madrileños y tuvo que ser desde la línea de personal. Hlinason, un triple de Ferrari y otro de Jessup habían disparado al Casademont. Junto a Sant-Roos y Simanic, integraron un quinteto inicial con muchos boletos de ser también el quinteto titular. En el primer acto también aparecieron Radoncic, Lomacs, Ponitka y Yusta. Se aprecia una clara apuesta por la juventud, por la energía. Habrá mayor o menor acierto, pero el nuevo Casademont es más enérgico en las dos zonas. Va a competir mejor este curso. Seguro.

En la nómina anterior faltaba Mekowulu, que ayer no jugó. Su número lo portó el chaval Aday Mara. Hablaba antes de la mayor energía en las zonas. También la hubo bajo el aro cuando compareció Aday Mara. Saltó al ruedo en el inicio del segundo cuarto. Estuvo cuatro minutillos en la pista, pero se salió. Un mate, otra canasta sencilla, intimidación permanente. Y además, ese intangible fundamental llamado carisma. La afición está con él. Debe jugar mucho más Aday Mara. Tiene un sitio en este equipo, en nuestro equipo, y ayer lo volvió a demostrar.

Mientras el personal se partía las manos aplaudiendo al chaval Mara, el Fuenla se fue rehabilitando de forma paulatina. Novak no es Samar pero también sabe dirigir, Ristic no es Alexander pero también zurra bajo el aro, Senglin y Hannah también saben jugar a esto del baloncesto. Junto a Bagayoko reúnen un puñado de jugadores que probablemente no disputen la Copa del Rey, pero que seguro sacan a flote la temporada. Bagayoko batió el récord de Ricky Rubio de joven debutante en la ACB. Sigue siendo junior y ayer jugó 31 minutos y firmó 10 puntos. Muy bueno, Bagayoko. Pero bastante peor que Aday Mara.

Haciendo la goma, con mucha vergüenza torera, el Fuenla incluso se puso por delante (46-47). El 59-54 era delator. Los mejores minutos de Sant-Roos y de Jessup (los mejores y quizá los únicos...) permitieron un despegue definitivo de un colectivo que aprieta los dientes, que se esfuerza a tope. Quizá Schiller, ese entrenador tan trabajador que ha fichado el Casademont, debería dejar que se esforzaran más Aday Mara y a Javi García. La imagen de los dos canteranos esperando a salir en los segundos finales mientras los dos equipos se abrazaban antes de agotarse el tiempo fue la única nota triste de la noche. Reitero, Aday Mara es mucho mejor que Bagayoko y ayer lo volvió a demostrar. Y Javi García no sabemos cómo es. Imposible saberlo si no juega...

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