baloncesto
Mekowulu y Ferrari, dos fichajes para creer en la salvación
El pívot y el base le han cambiado la cara al Casademont Zaragoza, que ahora es un equipo competitivo y solvente. Tras dos victorias consecutivas, los aragoneses han abandonado la zona de descenso.
El Casademont por fin ha subsanado su enfermizo aspecto. Ahora es un bloque sólido, enérgico, competitivo y solvente, muy seguro de sus fuerzas, que ya iniciado su escalada hacia la zona de salvación. El cuadro aragonés, muy mejorado, ha conquistado el triunfo en sus dos últimos compromisos, ante el Obradoiro (80-73) y el Barcelona (76-71), que le han inyectado una importante dosis de autoestima para el tramo final de la temporada. De momento, los zaragozanos ya han abandonado las posiciones de descenso a la Liga LEB, cuando sólo restan cinco jornadas para que finalice la competición regular.
El cambio del Casademont, muy significativo, coincide con las incorporaciones del pívot Christian Mekowulu y, sobre todo, del base Frankie Ferrari, quienes han elevado notablemente las prestaciones del equipo en los dos lados de la pista. Dos fichajes de entidad, de rendimiento inmediato, que han tenido un impacto sobresaliente desde el primer día. Especialmente Ferrari, indiscutible guía espiritual de los zaragozanos. El base debutó el pasado miércoles ante el Obradoiro, en el pabellón Príncipe Felipe, y ya entonces evidenció su capacidad competitiva con una actuación de altura: aportó 10 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias en 22 minutos de juego, liderando el triunfo ante un rival directo en la lucha por la salvación.
Y tres días más tarde, la contribución de Ferrari también resultó determinante para tumbar al Barcelona. Impuso un ritmo trepidante, aportó lucidez al ataque zaragozano, defendió con tenacidad, y exhibió valentía, serenidad y nervios de acero en los momentos más comprometidos. El base siempre vio la luz, siempre halló situaciones ventajosas para él y para sus compañeros. Finalizó la contienda con 21 créditos de valoración, fundamentados en 16 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias en los 24 minutos que permaneció sobre la pista. Dirigió, anotó, asistió, reboteó, defendió... Bajo su dirección, el Casademont protagonizó una gesta ante el gigante azulgrana, un sólido aspirante a los títulos de la Liga Endesa y de la máxima competición continental.
Mientras, la contratación de Christian Mekowulu ha supuesto un refuerzo de envergadura para el juego interior. El pívot se incorporó al Casademont Zaragoza el pasado 6 de abril, procedente del Dinamo Sassari italiano, y lo hizo sin demasiada atención mediática. Sin embargo, enseguida ha progresado en la escala jerárquica, impulsado por sus grandes actuaciones, para erigirse ahora en una pieza capital. Se trata de un pívot intenso, agresivo, con unas capacidades físicas sobresalientes, con unos buenos porcentajes de tiro, y que se prodiga sobre todo en la faceta reboteadora.
Mekowulu ha participado en tres partidos con el Casademont Zaragoza, y en todos ha emitido señales muy positivas. Se estrenó en Sevilla, ante el Real Betis, con 11 puntos y 3 rebotes en 18 minutos, aunque su aportación resultó insuficiente para batir a los andaluces (79-69); después, el nigeriano jugó frente al Obradoiro, contribuyendo al triunfo con 8 tantos y 4 capturas en 18 minutos; y mejoró sus registros el pasado sábado, ante el Barcelona, cuando facturó 17 puntos y 7 rebotes en los 20 minutos que permaneció sobre la pista. Números muy positivos para un jugador que, además, suele tener una notable incidencia en los aspectos intangibles del juego: en sus tres encuentros con los zaragozanos, se ha distinguido también por su firmeza, compromiso e intensidad en las labores defensivas.
Con Ferrari y Mekowulu, el Casademont por fin dispone de un base clarividente y un pívot fiable, con capacidad de intimidación; el principio y el final en toda estructura táctica.
